Está claro que el coronavirus ha provocado un cambio en la vida de todos nosotros. Creo que sobra poner ejemplos porque todos lo hemos vivido durante todos estos meses. Es cierto que algunas cuestiones, sobre todo las higiénicas, han venido para quedarse, o eso esperamos. Porque si te das cuenta lo de mantener las manos limpias, las de mantener la distancia de seguridad, etc. Son aspectos que deberían estar siempre presentes. En este caso me quiero referir a las medidas que tienen que tomar un restaurante con motivo del covid.
Y es que el sector de la hostelería ha sido el más damnificado por las medidas de restricción que se han tomado. Se han cerrado durante meses, luego se han puesto medidas como límites de aforo, control de las horas o un montón de acciones dentro del establecimiento para mantener a raya el covid. Ahora bien, aunque esto pase, parece que llegará con las famosas vacunas, hay algunos aspectos que se han quedado para quedarse.
Distancia entre mesas
Seguro que en la era precovid has vivido la situación en la que estabas justo al lado de mesas que no conocías y donde los comensales estaban muy cerca. En este aspecto los hosteleros se aprovechaban para meter diez mesas donde solo cabían ocho. Pues bien, esto tiene que acabar. No os digo que se mantenga lo del 70% del aforo, pero sí que se mantenga una cierta distancia. Así se puede evitar que tengamos que escuchar las conversaciones o gritos de la mesa de al lado, o que si alguien estornude nos llevemos todos sus gérmenes. La distancia de seguridad es algo que en otros países, sin covid, siempre se había mantenido y aquí en España no mucho. Ya sabemos que somos de los de cuanto más cerca mejor, y de poner cerca la oreja.
Tomar temperaturas
La verdad es que lo de tomar temperaturas es un aspecto que se podría hacer siempre y que no tiene ningún problema. Es tan sencillo como tener una máquina para hacerlo y así controlar la temperatura. Las cámaras térmicas toman radiación infrarroja de los objetos por encima de la temperatura absoluta de 0 K y luego crean imágenes y obtienen valores de temperatura, con estos valores podemos detectar qué persona tiene temperatura alta en un grupo de personas y luego podemos separarlos para realizar más pruebas, como nos indican desde Ibertronix.
Cartas en QR
La tecnología ha llegado para quedarse. Y en estos restaurantes se tienen que aprovechar. Por ejemplo algo que veo muy bien que se haya implantado en el sector de la hostelería es el QR. Ya sabes, esa especie de contraseña que metemos en los teléfonos móviles y podemos ver on line el menú, la carta del día y todo lo que tengan en el restaurante. Pues esta me parece una buena idea, primero porque es mucho más higiénico, solo hay que ver como en algunos restaurantes las cartas no se han renovado desde la época de Cobi y Curro. Y segundo porque es una manera mucho más rápida de saber lo que tienen en este sitio. No tienes que esperar a que venga el camarero o a que te cante la carta. Ahora bien, también es cierto que se han levantado voces críticas para quejarse que atenta contra la privacidad.
Al servicio por orden
No es normal que cuando estés en un restaurante y vayas al baño eso parezca la cola para sacar entradas para ver un Madrid-Barcelona. Hay que tener un orden y un control. Pues bien, ahora en la era covid has visto cómo los baños tienen sensores que controlan la entrada de personas. Pues en este caso, es algo que tiene que seguir. Así puedes saber el aforo y no juntarse diez personas en un baño que es para dos.
Higiene
Y por supuesto la higiene, entramos en un restaurante y metemos nuestros manos después de tocar todo. Pues bien, no nos cuesta nada seguir echando en nuestras manos el gel desinfectante. No solo por el resto de las personas, sino también por nosotros. La higiene, con covid o sin ella, tiene que estar siempre en los restaurantes.
Ya has visto que en algunos aspectos el covid nos ha abierto los ojos. Hay cosas que tienen que seguir adelante porque es por el bien de todos. Otras cosas como las mascarillas esperemos que no sigan presentes, porque es algo que no es fácil de aguantar. Todo esto para que podamos recuperar una normalidad casi, o muy parecida, a la que teníamos en enero de 2020.