Hay pocos lugares que se puedan considerar más sagrados que un hogar. Y todos y todas somos plenamente conscientes de ello. Cada vez que llegamos a casa después de una extensa jornada de trabajo, sentimos que ese umbral que estamos atravesando no es solo el de una puerta más, sino el de una puerta que nos conduce a la tranquilidad, a la paz que hemos estado buscando, al calor de la familia. Por tanto, lo lógico es que nuestro hogar sea una especie de guarida en la que nos sentimos mucho más que protegidos y protegidas.
Imaginaros que fuera al revés: que llegarais a casa y que los problemas, lejos de desaparecer, se hicieran todavía más grandes, peores. No sería la situación idónea, desde luego, pero tenemos que decir que esta imagen también se corresponde con el día a día de muchas personas que cruzan el umbral de su puerta y que no disponen de esa tranquilidad o esa paz de la que hemos hablado en el párrafo anterior, sino más bien por todo lo contrario. A veces, la vivienda en la que vivimos nos genera estrés, ansiedad o directamente depresión. Muchas veces tiene que ver con las personas con las que convivimos… pero, en otros casos, tiene que ver con la propia constitución o el diseño del hogar en sí.
Se abre el melón, por tanto, que tiene que ver con la realización de cambios en el hogar. Cuando sentimos que no nos sentimos cómodos en el hogar, es necesario que empecemos a plantearnos una cuestión como esta. Y es que no hay nada que merezca más la pena que sentirnos cómodos en un espacio que es el que va a garantizar la más estricta intimidad y que es en el que más tiempo pasamos a lo largo del día a día.
Una noticia que publicó el portal web del diario El Economista indicaba que la felicidad de los españoles en su hogar estaba creciendo. La noticia apuntaba también que los que más cómodos vivían en su casa eran los extremeños y los castellanoleoneses (dos zonas en las que el ámbito rural, por cierto, es más habitual que el urbano, seguro que tiene algo que ver) y también se decía que la gente de mayor edad suele estar más satisfecha con su vivienda que los jóvenes. Pero, al menos, estábamos mejorando esa felicidad en el hogar. Ya es algo.
Muchas de las personas que notaron esa mejoría probablemente habían optado previamente por una reforma del hogar, por hacer algún cambio que de verdad sintieran que era necesario para mejorar su día a día. Aquí hay proyectos de todo tipo: se puede ampliar una habitación, cerrar una terraza, juntar la cocina con el salón, ampliar la cochera, construir un baño con bañera en la parte de abajo de la vivienda… Opciones hay muchas y la verdad es que hay que invertir algo de tiempo y dinero en adecentar nuestro domicilio si lo creemos necesario para conseguir una mejora sustancial en la calidad de vida.
Pero, ¿qué clase de cosas es habitual que se reformen en el seno de un hogar? Hemos leído una noticia que publicó el portal web de la revista Hola y hemos extraído algunas conclusiones. Como no podía ser de otra manera, todo depende de la cantidad de años de vida que tenga ese hogar. Uno de los ejemplos que se mencionan es que en un hogar de 5 a 10 años es posible implementar un cambio como el de unir la cocina al salón. Otra de las cosas que se mencionan tienen que ver con la petición de muebles a medida. Sea cual sea el caso al que os enfrentéis, debéis saber que siempre hay una solución que resultará idónea para vuestros intereses.
Momento para que os hable de mi caso en concreto
Creo que el mío es uno de los mejores ejemplos para explicar todo lo que os he contado en esta primera parte del artículo. Vivo en un hogar con otras dos personas, mi mujer y mi hijo, y hace unos años llegamos a la conclusión de que no estábamos todo lo bien que deberíamos estar en nuestro propio hogar. Era lógico que necesitábamos implementar algunos cambios. Y nos pusimos a valorar de inmediato cuáles podían ser esos cambios que pudieran transformar nuestro día a día de una manera en que la calidad de nuestro bienestar se viera implementada.
Llegamos a la conclusión de que uno de los espacios en los que mejor nos venía un cambio era la cocina. No se ajustaba exactamente a lo que necesitábamos para desarrollar el tipo de funciones que se realizan allí, así que rápidamente nos pusimos manos a la obra para dar con proveedores que pudieran ayudarnos a realizar el cambio que teníamos en mente. Sentíamos que era vital empezar por aquí para después realizar otro tipo de ajustes en otras zonas de la vivienda. Y no nos íbamos a equivocar, ya os lo adelanto.
Necesitábamos un proveedor que nos proporcionara la posibilidad de contar con un diseño atractivo y que también produjera a medida los materiales que necesitábamos. Después de un análisis concienzudo del sector, nos decantamos por Modular Cocinas precisamente porque podían ayudarnos con las dos cosas, que era lo que más valorábamos y lo que sentíamos que era necesario para lograr el cambio que queríamos en el menor tiempo posible.
La verdad es que el proceso fue sumamente sencillo. Nosotros nos encargamos de proporcionar las medidas al proveedor, quien a su vez se encargó de realizar el diseño proporcionándonos una imagen de primera calidad para que nos pudiéramos hacer una idea de cómo iba a ser el resultado final. Una vez producido el material, nos llegó a casa, donde fui yo mismo quien lo fui colocando a nuestro gusto. No estuve solo en este proceso puesto que conté con la colaboración del proveedor. Todo fue muy fácil y el resultado del cambio fue espectacular.
Pocas veces se ha producido un cambio de vida tan grande con tan poco. Rápidamente, notamos la diferencia con respecto a lo que teníamos antes y la verdad es que no nos pudimos sentir más felices. Creo que este es uno de los mejores ejemplos que he vivido en relación a lo que puede cambiar una vida con pequeños retoques en el hogar. Es importante que estemos permanentemente pendientes de este asunto para que podamos disfrutar de nuestros momentos de ocio día a día en nuestra casa sin que elementos como el estrés o la ansiedad formen parte de nuestra vida.
¿Nuevos cambios a la vista?
Lo bien que nos ha ido con el cambio de la cocina nos hace pensar en seguir transformando poco a poco algunos de los demás espacios de los que se compone nuestra vivienda. Hemos descubierto que buena parte de ese bienestar y calidad de vida que siempre se buscan vienen dados por esto, así que no debemos tener ninguna duda y plantearnos todos aquellos cambios en el hogar que consideremos necesarios para mejorar aspectos como nuestra comodidad. Nosotros hemos empezado a valorar un cambio en la planta superior transformando algunas habitaciones. Estamos en proceso de acometer esos cambios, pero no tenemos ninguna duda al respecto del buen resultado que ese tipo de cambio va a deparar para nuestra vida.
Son muchas (y cada vez más) las familias que optan por un camino como el que hemos descrito. Nos parece completamente lógico que, a falta de calidad de vida, acometemos cambios que sean especialmente importantes y que tengan que ver con aquellas cosas con las que tenemos una relación profunda, como es el caso de nuestra vivienda. Todo lo que tenga que ver con la mejora de nuestra vida no debe ser visto como un gasto, sino como una inversión de la que no nos podemos arrepentir en absoluto.
Lo verdaderamente importante es que, cuando miremos atrás y veamos que nuestra casa se corresponde exactamente con lo que siempre hemos querido, no nos arrepintamos en absoluto de haber tomado las decisiones que tomamos en su día. Todo lo que tenga que ver con perfeccionar nuestra vivienda es una opción que merece la pena tener en cuenta y que va a suponer solamente ventajas tanto para nosotros mismos como para el resto de personas que conviven con nosotros y que forman parte de nuestra familia.
Toda inversión de tiempo y dinero que tenga que ver con nuestra vivienda estará bien hecha si nos sentimos mucho más cómodos y cómodas en ella a partir de su realización. Es algo que nunca tenéis que olvidar y que, a buen seguro, os va a proporcionar una mejora en vuestra vida que va a permitir que veáis las cosas de otra manera en el resto de ámbitos. Y es que uno no va a trabajar de la misma manera sabiendo que es feliz en casa. La cosa cambia mucho en todos los ámbitos cuando sabemos que tenemos esa guarida que nosotros siempre hemos querido.