Hormigón armado: todos los beneficios de construir con este material

Cada vez es más frecuente encontrar construcciones llevadas a cabo en su mayoría por hormigón armado. Las ventajas de este material han hecho que gane mucha popularidad en los últimos años y sea uno de los más elegidos a la hora de levantar edificios y construir puentes y carreteras.

El hormigón armado es la mezcla de dos materiales: hormigón y acero. Por definición, es un material en el que se han agregado refuerzos metálicos para obtener hormigón de este tipo. Debido a sus características, este tipo de hormigón se usa comúnmente para la construcción de la estructura y los cimientos, en el sentido de la estructura portante, de edificios y construcciones y, concretamente, se puede realizar tanto en el sitio de construcción, cuando las condiciones lo permiten, como en la fábrica, para la construcción de edificios con condiciones climáticas desfavorables, por ejemplo.

¿De qué se compone el hormigón?

La composición del hormigón incluye agua, cemento y arena o grava. El agua y el cemento son los componentes activos del hormigón. Interactúan entre sí, formando una piedra de cemento y uniendo granos agregados en una mezcla adhesiva.

Las construcciones de hormigón tienen muchos beneficios respecto a construcciones de otros materiales, tal y cómo nos explican los expertos de Eiros.

Ahorro en costos de calefacción y refrigeración: Una de las propiedades más consolidadas del hormigón es su capacidad aislante, mucho mejor incluso que la madera, que tradicionalmente se concibe como el material óptimo para esta funcionalidad. Por tanto, se presenta como una solución idónea para casas situadas en poblaciones donde se hace preciso el uso de aparatos para la refrigeración o la calefacción, ya que supondrá un ahorro notable en la factura de la luz, al necesitar menos energía para mantener la temperatura deseada

Es un material muy versátil: Las novedades en tecnología que durante los últimos años han tenido como protagonista al hormigón, ha logrado aportar a este material una gran versatilidad, sobre todo en lo que se refiere a las diferentes propiedades que puede adquirir en función de los procesos que se lleven a cabo para su fabricación, como por ejemplo la elección del aglomerante.

No precisa de mantenimiento: En estructuras hechas de metal, basta con pintar el hierro periódicamente, para evitar su desgaste y oxidación. Sin embargo, en el hormigón armado, al ir por dentro de la masa de hormigón, se mantiene siempre en perfectas condiciones.

Seguro frente a incendios: El hormigón, además de ser incombustible, es mal conductor del calor, por lo que el fuego no afecta a la armadura metálica, algo que sí sucede en estructuras totalmente metálicas. La naturaleza del hormigón no permite que se incendie ni se queme. Durabilidad: Sin duda, la ventaja más evidente, ya que hablamos del que posiblemente es el material más resistente del mercado, capaz incluso de soportar huracanes cuando se encuentra correctamente configurado, y pudiendo superar los cien años sin necesidad de realizar un mantenimiento demasiado exhaustivo, con lo que la utilización de hormigón para la construcción de casas proporciona la seguridad de una vivienda duradera y robusta.

Los elementos que conforman una estructura de hormigón armado (losas, vigas o columnas), están fuertemente unidos entre sí, ofreciendo una gran estabilidad frente a movimientos sísmicos o vibraciones.

Puede soportar el calor de 2 a 6 horas, lo que otorga tiempo suficiente para las operaciones de rescate en caso de incendio.

Ventaja estética: Una vez retirado el encofrado, las losas, vigas o columnas presentan una elegante estética de limpieza y solidez

 Fácil disponibilidad: Los materiales con los que se fabrica el hormigón suelen encontrarse con relativa facilidad cerca del punto donde se va a edificar, sin necesidad de tener que pagar desplazamiento de materiales que se hallan en lugares lejanos, lo que a la postre deriva en un doble costo, económico y ecológico.

Recurso renovable y limpio: A pesar de lo que pudiera parecer, el hormigón es reciclable, algo que ya se hace habitualmente. Además, dada su naturaleza árida, no es susceptible de ser pasto de podredumbre, como ocurre con otros materiales.

Relativa facilidad y rapidez de ejecución: incluso en entornos difíciles y utilizando mano de obra no excesivamente calificada.

Permite hacer ciertas modificaciones: Se puede añadir aditivos que aportan color, que aceleran o retrasan el fraguado, que aportan impermeabilidad, etc.

 

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