Las Canarias son las islas afortunadas. Ese rincón paradisiaco de la geografía nacional en el que hay una temperatura estupenda durante todo el año y nos seduce con la belleza de sus playas. La mejora de las comunicaciones con la península, hace que cualquier peninsular nos podamos plantear, ya no solo visitarlas en vacaciones, sino trasladarnos a ellas o fijar allí nuestra segunda residencia, sin romper la conexión con el resto del país.
En otros tiempos veíamos las Islas Canarias, desde la península, con envidia. Nos parecía curioso que nuestro país tuviera unas islas tropicales tan bonitas. Aspirábamos, al menos una vez en la vida, a visitarlas y comprobar con nuestros ojos que eran reales. Para un peninsular, ir de vacaciones era como ir al Caribe, pero sin salir del país.
Los que se casaban aprovechaban la oportunidad. Las Islas Canarias fueron durante mucho tiempo uno de los destinos preferidos de los recién casados españoles para disfrutar la luna de miel.
Durante los 80, cuando todavía existía el servicio militar obligatorio, a muchos reclutas les tocaba hacer la mili en Canarias. Cuando terminaban, regresaban a su residencia habitual contando maravillas de aquellas tierras, y poniéndonos los dientes largos a los que les escuchábamos.
Por televisión salía cantando Caco Senante, un cantante canario fuertote, con media melena que decía que en Canarias había una salsa que se llamaba Mojo Picón. Su música recordaba a la salsa cubana, y te hacía pensar que Canarias, además de ser bonita, parecía un lugar interesante.
En la actualidad, las Canarias han dejado de ser ese lugar enigmático y distante para estar cada vez más cerca de la península. Gracias al desarrollo de los medios de transporte, en especial del transporte aéreo. La popularización de los vuelos nos ha acercado más si cabe. En ocasiones comprar un billete de avión para las Canarias te sale más barato que coger el tren a cualquier rincón de la península.
Vivir en Canarias.
Dice el blog turístico Hola, Islas Canarias, que las Canarias son un lugar idóneo para vivir y trabajar. Para ello esgrimen una serie de argumentos como el equipamiento, el ocio y los medios de transporte. En Canarias dispones de los mismos servicios que puedas encontrar en cualquier área urbana de la península. Hospitales, colegios, universidades, centros comerciales para comprar o coworking para teletrabajar.
Tienes unas condiciones excepcionales para disfrutar de tu ocio durante tu tiempo libre. La opción de poder ir a la playa en cualquier época del año, no tiene precio. Pero es que además puedes practicar el senderismo, deportes al aire libre o ir al cine, a un restaurante o de marcha a unos precios más bajos que en la península.
Por su aspecto turístico, el interior de las islas está muy bien comunicado. Cogiendo la gua gua (el autobús) puedes moverte en transporte público por buena parte de las islas. Desplazándote de un municipio a otro y conociendo los rincones secretos.
A este planteamiento, yo le añadiría otros atractivos que redundan en una mejor calidad de vida:
- La gente. Los canarios son gente hospitalaria, simpática, amable que hacen que el visitante se sienta arropado. Que no eche de menos su casa.
- La tranquilidad. En Canarias parece que el tiempo pasa mucho más lento. La gente no tiende a agobiarse y disfruta más el tiempo presente. Tienen la habilidad de transmitir esa calma a los demás.
- La cultura. Visto en sentido amplio. Canarias tiene una gastronomía, unos productos propios y unas tradiciones que lo convierten en un lugar singular. El punto intermedio entre Europa y América.
- El clima. Las buenas temperaturas del archipiélago han sido siempre un poderoso imán que han atraído al turismo, pero desde luego, es un privilegio para sus habitantes.
- Los precios. En muchos productos básicos, Canarias es más económica que la península. En eso influye, no solo, que sea un puerto franco, en el que algunos artículos están exentos de impuestos, sino en la propia dinámica de las islas. Ese abaratamiento también afecta al tema de la vivienda. Los comerciales de Nordicway, una agencia inmobiliaria que opera en Tenerife y Gran Canaria, nos comentan que en las Canarias existe un abanico de precios para comprar casa que hace décadas no se ve en algunas ciudades y zonas turísticas de España.
Estos argumentos hacen que nos planteemos quedarnos a vivir en Canarias, sobre todo si podemos trabajar a distancia o no tenemos responsabilidades que nos aten a otro sitio.
Los extranjeros que viven en Canarias.
Mucha gente, de otras partes de Europa, ya han decidido quedarse a vivir en Canarias. Indica el periódico de Tenerife Diario de Avisos que uno de cada 5 residentes en las islas nació en un país extranjero. De ellos, un 56% llegó hace más de 10 años, por lo que se trata de una población consolidada. La mayoría de ellos están empadronados en sus municipios de residencia, por lo que forma parte integrante de la población.
Este es un fenómeno que se vive en el otro archipiélago español, las Islas Baleares, y en amplias zonas de litoral español. Una parte significativa de estos extranjeros son jubilados y pensionistas de países europeos que han decidido fijar en las islas su residencia, teniendo una calidad de vida superior a la que podrían disfrutar en sus países de origen.
Los jubilados alemanes, unas de las comunidades más numerosas en nuestras islas, cobran una pensión media de 1285 €. Una cuantía que en cualquier lugar de Alemania les da para subsistir, mientras que en España pueden plantearse llevar una vida digna. Disfrutando en la última etapa de su vida de un clima y unas condiciones ambientales mejores.
Otro ejemplo a resaltar son los pensionistas británicos, que después de trabajar durante toda su vida reciben una retribución compuesta, en la que una parte de la pensión proviene del Estado, y la otra está complementada por planes de pensiones privados. La parte pública, que se corresponde con sus cotizaciones a lo largo de toda la vida laboral, apenas supera los 700 €.
Junto a los pensionistas, se han quedado a vivir otros compatriotas suyos, poniendo en marcha diferentes negocios y contribuyendo al desarrollo de la economía de la zona. Son gente que decidieron un día dejar su lugar de origen y cambiar de residencia para llevar una vida mejor.
Las buenas comunicaciones que mantienen las canarias, permite que estos residentes mantengan el contacto con sus países de origen, y cojan un avión cada vez que lo necesiten.
Conectividad aérea.
El aeropuerto Tenerife Sur tiene vuelos diarios con Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Santiago de Compostela, Oviedo, Bilbao, Valencia, Alicante, y desde luego con las otras islas del archipiélago.
El aeropuerto de Gran Canaria tiene 141 destinos operados por 53 compañías, entre ellos se incluyen casi una veintena de ciudades españolas.
Los residentes en Canarias disponen de una bonificación del 75% del precio de los billetes de avión a la península. A partir de junio, y durante todo un año, tal y como informa El Periódico España, el gobierno limitará el precio de los vuelos entre la península y Canarias por medio de un programa llamado Obligación de Servicio Público (O.S.P.)
Todo esto lo que pone de manifiesto es la cercanía real que existe entre las islas Canarias y el territorio peninsular. Algo que beneficia, desde luego, a los residentes en las Islas, pero que también evidencia que las distancias son cada vez menores. Canarias ya no es aquel territorio de ultramar, está a solo 3 horas de vuelo de cualquier ciudad de España.
Esto crea unas condiciones propicias para que cualquier ciudadano peninsular pueda comprar casa en Canarias sin romper la conexión con su ciudad de origen.