A estas alturas de la película, a nadie le sorprende que digamos que estamos sujetos a todo lo que pase con la pandemia de coronavirus que ya ha cumplido más de un año con nosotros. Nada es igual a cuando, durante los dos primeros meses del año pasado, todavía no nos había afectado una enfermedad que ha terminado siendo la más peligrosa de los últimos 100 años y que todavía, por desgracia, sigue amenazándonos y destruyendo muchas vidas a nuestro alrededor. La verdad es que es difícil asimilar todo lo que ha pasado, pero no nos queda más remedio.
¿Y qué hay del ocio? Estaremos de acuerdo al afirmar que este ha sido uno de los asuntos que más perjudicado ha resultado de todo esto. Los eventos de masas relacionados con la música, con el deporte, con la cultura… se han suspendido y han obligado a mucha gente a seguirlos, si es que existían, desde casa. Desde luego, esto nos ha jugado una mala pasada sobre todo en lo que tiene que ver con nuestro estado anímico. Pero esperamos que, poco a poco, podamos volver a recuperar todo lo que hemos perdido en estos meses tan duros para todos y todas.
Imaginaos todo lo que ha supuesto para una pareja que iba a casarse el hecho de que una pandemia haya afectado a todo el mundo. Seguro que tenéis un caso cercano, si es que no sois vosotros mismos los que habéis sufrido en vuestras carnes este tema. Ni que decir tiene que la suspensión ha provocado que se haya perdido dinero puesto que el restaurante, los trajes, los vestidos y los diferentes microeventos convocados para la celebración no pudieron lucirse de ninguna de las maneras. La verdad es que estamos hablando de una situación que puede provocar desdicha incluso a las personas más duras.
Un pequeño reportaje de la revista Vogue pone voz a alguna de las novias que habían sufrido en sus propias carnes una situación como de la que venimos hablando. Si algo hay común a todas ellas, es ese desánimo que se produjo en el momento en el que se ordenó el confinamiento domiciliario. Eso sí, todas ellas estaban comprometidas con la necesidad de quedarse en casa para luchar contra la pandemia, algo que, en su día, dio efecto para luchar contra la primera ola. La boda ya se celebraría más adelante.
Una noticia publicada en la página web de RTVE el 13 de marzo del año pasado indicaba que todas las bodas de las dos semanas siguientes se habían suspendido. La realidad, al final, fue bien distinta porque se suspendieron todas las bodas de marzo, de abril y de mayo. En junio, con el fin del Estado de Alarma, empezó a revitalizarse el sector, pero hemos vuelto a sufrir todo tipo de restricciones y malas noticias, así que estamos en un momento realmente complicado todavía para todo lo que está relacionado con las bodas en nuestro país.
¡Vamos a ser optimistas!
El coronavirus terminará convirtiéndose en algo con poco peligro para el ser humano en cuanto la vacuna llegue a todas las personas que conforman nuestra sociedad. Por eso, podemos empezar a pensar en recuperar nuestra vida anterior y retomar todos los tipos de ocio. Los profesionales de Hot Despedidas lo saben bien. Nos han comentado que las personas que quedaron pendientes de celebrar una despedida de soltero o soltera en Alicante tienen previsto celebrarla en cuanto sea posible y que la cancelación definitiva no pasa por su cabeza ni siquiera como una opción secundaria. La verdad es que siempre es alegre encontrarse con personas que desean mantener el optimismo por encima de todo.
Está claro que necesitamos seguir siendo responsables con la situación que todavía tenemos sobre nuestros hombros. Pero estamos seguros de que, más pronto que tarde, vamos a conseguir superar esta adversidad y volver a hacer la vida que teníamos hasta hace no mucho. Será la mejor manera de demostrarle al mundo de que, a pesar de todos los golpes recibidos, el ser humano siempre se recupera y está a prueba de bombas. Hace falta recuperar la alegría y la fuerza que nos han sido arrebatadas.
Por otro lado, está claro que, con la recuperación del ocio, se producirá una recuperación de la economía. Es algo que siempre ha funcionado así y que, en un país como lo es España, es si cabe más importante que en cualquier otra nación. En nuestra tierra le hemos dado mucha importancia al ocio con el paso de los años y una parte importante de nuestro gasto coge ese sendero. Por eso, hemos sufrido unas consecuencias económicas terribles como consecuencia de la propagación del virus. Es hora, desde luego, de darle la vuelta a la situación.