¿Quieres un techo fresco y sin goteras? Sigue leyendo.

Es verano y entra calor por todas partes, por lo que cierras puertas y ventanas, bajas persianas y enciendes ventiladores, pero desde el techo baja un calor horroroso del que no hay forma de escapar. Cuando llega el invierno y llueve, todo se convierte en una preocupación constante por tener cubos suficientes para cubrir todas las goteras que encuentras, ya sea en la cocina, en el baño e incluso en la misma mesa del salón. Estos problemas son los que pueden afectarte durante todo el año dependiendo de la estación que te toque sufrir en este momento y esto ocurre al no tener un techo o tejado en condiciones para aguantar cualquier temporal.

Consideraciones para los techos o tejados en verano.

  • Aislamiento térmico: un buen aislamiento térmico es crucial para mantener una temperatura agradable dentro de la casa y mejorar la eficiencia energética. Los materiales aislantes como la lana mineral, el poliestireno expandido (EPS) o el poliuretano son esenciales para reducir la transferencia de calor entre el exterior y el interior de la vivienda. Estos materiales actúan creando una barrera que minimiza la entrada de calor en verano, lo cual se traduce en un menor consumo de energía y una reducción en las facturas de la luz por el uso del aire acondicionado.
  • Ventilación: la ventilación adecuada del tejado es fundamental para permitir la circulación del aire y reducir la acumulación de calor, evitando así problemas como el sobrecalentamiento y la formación de humedad que puede dañar la estructura del tejado. Los sistemas de ventilación pasiva, como los respiraderos de cumbrera y los respiraderos de alero, son efectivos para mantener una temperatura equilibrada. Estos sistemas funcionan sin necesidad de ningún tipo de energía, aprovechando las diferencias de presión y temperatura para generar un flujo constante de aire fresco que reemplaza el aire caliente y húmedo.
  • Materiales reflectantes: utilizar materiales con alta reflectancia solar en el tejado, como las tejas cerámicas claras o los recubrimientos reflectantes, es una buena estrategia para disminuir la absorción de calor. Estos materiales reflejan una gran parte de la radiación solar, evitando que el calor se acumule en el tejado y se transfiera al interior de la vivienda. Al reflejar más luz solar, se reduce la necesidad de sistemas de enfriamiento, con lo que conseguiremos un ahorro energético notable. Ahora veremos cómo afecta el color en este aspecto.
  • Color del tejado: el color del tejado juega un papel importante en la regulación térmica. Los colores claros, como el blanco o los tonos pastel, reflejan más luz solar y absorben menos calor en comparación con los colores oscuros. Elegir un tejado de color claro puede ayudar a mantener el interior de la casa más fresco durante los meses más calurosos.
  • Cubierta vegetal: los techos verdes o cubiertas vegetales son una solución ecológica y eficiente para reducir la temperatura del tejado. Las plantas en la cubierta vegetal proporcionan sombra y utilizan el proceso de evaporación para enfriar el ambiente. Además de sus beneficios térmicos, las cubiertas vegetales tienden a mejorar la calidad del aire, gestionar el agua de lluvia y aumentar la biodiversidad en áreas urbanas.
  • Sombra natural o artificial: proporcionar sombra al tejado mediante la instalación de pérgolas, toldos o el uso estratégico de árboles puede disminuir de forma importante la temperatura del tejado. La sombra reduce la exposición directa al sol, evitando que el tejado se caliente excesivamente. Además, las estructuras como pérgolas y toldos pueden ser diseñadas para complementar estéticamente la arquitectura de la vivienda, ofreciendo un valor adicional en términos de comodidad y diseño.
  • Membranas impermeables con aislamiento: las membranas impermeables con propiedades aislantes son una solución eficaz para prevenir tanto la entrada de calor como la acumulación de humedad en el tejado. Estas membranas actúan como una barrera doble que protege contra las inclemencias del tiempo y mejora el rendimiento térmico del tejado. Al mantenerse seco y bien aislado, se prolonga la vida útil de la estructura y se mejora el confort interior.
  • Uso de tecnologías avanzadas: los techos con recubrimientos fríos (cool roofs) están diseñados específicamente para reflejar más luz solar y absorber menos calor que los techos convencionales. Estos recubrimientos avanzados están hechos de materiales altamente reflectantes que pueden reducir significativamente la temperatura del techo y, por tanto, del interior de la casa. Los techos fríos son una opción cada vez más popular en áreas con climas cálidos.

Consideraciones para los techos o tejados en invierno.

  • Aislamiento térmico de alta calidad: contar con un aislamiento térmico de alta calidad es esencial para mantener una temperatura confortable en el interior de la vivienda y mejorar la eficiencia energética. Materiales como la lana mineral, el poliestireno extruido (XPS) o el poliuretano son conocidos por su capacidad para reducir la pérdida de calor desde el interior hacia el exterior. Estos materiales ayudan a mantener el calor en invierno, favoreciendo un ambiente interior agradable durante las temporadas más frías del año y reduciendo la dependencia de sistemas de calefacción.
  • Impermeabilización eficiente: desde Sinexia Servicios de Construcción, SLU nos comentan que un tejado bien impermeabilizado es crucial para prevenir goteras y proteger la estructura del edificio. El uso de membranas impermeables, telas asfálticas y recubrimientos líquidos asegura que el agua no penetre en el tejado, protegiendo así el aislamiento y la estructura subyacente. Una impermeabilización eficiente previene daños costosos y prolonga la vida útil del tejado, manteniendo la integridad de la vivienda frente a las inclemencias del tiempo.
  • Ventilación adecuada: aunque pueda parecer contradictorio, una ventilación adecuada del ático o del espacio bajo el tejado es fundamental para evitar la condensación, que puede llevar a la formación de hielo y goteras. Los respiraderos de cumbrera y de alero que mencionamos antes también son esenciales para este propósito, ya que permiten la circulación del aire, manteniendo una temperatura equilibrada. Una buena ventilación ayuda a proteger el aislamiento y la estructura del tejado, mejorando su rendimiento y durabilidad.
  • Tejas o materiales de alta calidad: utilizar tejas o materiales de alta calidad, como cerámica, pizarra, metal o asfalto, es fundamental para asegurar una buena protección contra las inclemencias del tiempo. Estos materiales son duraderos y resistentes, proporcionando una barrera eficaz contra el viento, la lluvia y la nieve. Es importante que las tejas estén bien instaladas y en buen estado para evitar filtraciones y daños estructurales.
  • Sistema de desagüe eficiente: un buen sistema de canalones y bajantes es crucial para asegurar que el agua de lluvia y la nieve derretida se drenen adecuadamente, evitando la acumulación de agua que pueda causar goteras. Los canalones y bajantes deben ser revisados y limpiados regularmente para evitar obstrucciones y asegurar su correcto funcionamiento. Un buen sistema de desagüe protege la estructura del tejado y los cimientos de la vivienda, evitando daños por humedad.
  • Barrera de vapor: instalar una barrera de vapor bajo el aislamiento es una medida efectiva para evitar que la humedad interior penetre en el aislamiento, lo que puede causar condensación y moho. La barrera de vapor actúa como una protección adicional, manteniendo el aislamiento seco y en buen estado, lo que mejora su eficiencia y prolonga su vida útil. Esta medida es especialmente importante en climas fríos, donde la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior puede causar condensación.
  • Revestimiento exterior: utilizar materiales de revestimiento exterior como vinilo, madera tratada o paneles de metal en las paredes externas puede proporcionar una capa extra de protección contra el frío y la humedad. Estos materiales ayudan a mejorar la eficiencia energética de la vivienda, protegiendo las paredes de las inclemencias del tiempo y reduciendo la transferencia de calor al exterior. Además, un buen revestimiento exterior puede también mejorar la estética de la vivienda y aumentar su valor.
  • Pendiente adecuada del tejado: diseñar el tejado con una pendiente adecuada facilita el escurrimiento del agua de lluvia y la nieve, reduciendo el riesgo de goteras y la acumulación de hielo. Una pendiente correcta permite que el agua se desplace rápidamente hacia el sistema de desagüe, evitando estancamientos y filtraciones. Además, una pendiente bien diseñada mejora la durabilidad del tejado y su capacidad para resistir las inclemencias del tiempo.
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