Artículos en piel que enamoran.

La piel es un material elegante y distinguido. Un objeto en piel termina convirtiéndose en un artículo personal. Si una chaqueta de cuero se adapta al cuerpo de quien la lleva, y unos zapatos al pie que los calza. Un artículo de piel se adapta a la persona que lo usa. Veamos en este artículo algunas ideas con las que inspirarse para regalar o autorregalarse.

El cuero es la piel curtida por excelencia. Procedente de animales que, por lo general, forman parte de la cadena alimentaria: ganado vacuno, ovino, caprino. Sometidos a un tratamiento que alarga su estructura y elasticidad en el tiempo y evita la degradación. Como resultado sale un producto suave al tacto y atractivo a la vista, extraído en largas sábanas, llamadas cueros, que los artesanos llevan manipulando para producir artículos de uso desde tiempos de la antigüedad.

Los objetos de piel tienen una larga vida. Con un envejecimiento digno que no afecta a la belleza del artículo. Es frecuente su traspaso de generación en generación manteniendo su utilidad. Estos son algunos de los originales productos que los artesanos de la piel siguen produciendo a mano:

Estuches.

Es normal que guardemos nuestras lentes en una funda de piel. Actualmente, se emplean más las de poli piel o de otro material sintético, pero su calidad y duración es notablemente inferior. Bonitos son los estuches para guardar plumas estilográficas, con una estructura flexible, para llevarla en el bolsillo interno de la americana, o como una caja más rígida, para guardarlo en un cajón del escritorio. Puedes encontrar fundas portátiles para guardar petacas, para recoger el abanico e incluso para portar puros habanos.

En sobremesa son muy interesantes los estuches para guardar gafas, una caja de piel donde las lentes están almacenadas, separadas cada una en un departamento. O estuches para relojes, con cajones en los que guardar cada objeto. Puedes encontrar corbateros, una caja rectangular en la que almacenar 9 o 12 corbatas enrolladas.

Papelería y material de oficina.

Pocas cosas hay tan bonitas como un libro con la cubierta encuadernada en cuero. Lo hace aún más especial. Este procedimiento se utiliza también en diarios y agendas, en donde las tapas están forradas con piel. A menudo, decoradas con dibujos, palabras y motivos realizados a mano sobre el cuero, mediante una técnica artesanal llamada rebujado, para la que se utilizan unas herramientas conocidas como buriles. Para este tipo de trabajo, la baquetilla es el tipo de piel más empleado.

La artesanía en piel es muy apreciada en el material de oficina, otorgándole un carácter elegante y sofisticado. Podemos encontrar desde escritorios, carpetas que se cierran como un maletín o un estuche y al abrirlo lo tienes todo ordenado para empezar a escribir, tablas – vade, una superficie rígida sobre la que colocar un documento, carpetas, portafolios, tarjeteros de bolsillo o de sobremesa, fundas para guardar talonarios o cubos y cajas de piel en donde recoger útiles de oficina.

Bolsitos.

En el blog personal «Por Soleá» se señala que ya por el siglo XVIII, en la localidad gaditana de Ubrique, los artesanos elaboraban bolsitos donde guardar la picadura de tabaco. Este tipo de almacenaje de bolsillo es el más popular en cuanto a artículos de cuero.

A esta modalidad corresponden las billeteras de caballero, con un apartado para guardar los billetes y otro separado con ranuras para tener recogidas las tarjetas de crédito y el documento de identidad. Los monederos son un bolsito cerrado con botón o cremallera en donde se guardan las monedas y quien lo utiliza lo puede llevar en el bolsillo del pantalón. Para los hombres se utilizaban los llaveros plegados, en los que cada llave se prendía de un gancho individualizado y todas ellas quedaban cubiertas por un estuche de piel cerrado con broches, evitando que el roce rompiera el forro de los bolsillos.

En la actualidad se fabrican otras carteras más simples para conservar la tarjeta de transporte o algún documento importante de uso habitual.

Las carteras de señora son más grandes y reúnen en un mismo artículo la billetera, el monedero y el llavero. Con apartados perfectamente diferenciados para cada cosa y un tamaño compacto que permite guardarlo en el bolso sin problemas.

Joyeros.

Las joyas son un artículo especial. Un objeto delicado. No se pueden transportar ni guardar en cualquier sitio. Necesitan un espacio donde queden protegidas y no se dañen. A poder ser, que sea tan especial como el objeto que albergan. Esas características las cubre sin problemas el cuero, si el producto está trabajado con cuidado y buen gusto.

Para guardar joyas existen desde pequeñas cajitas de piel que contienen una sola joya, hasta otras más grandes con diferentes departamentos y cajoncitos para poder clasificarlas. Existen cajas apilables, como los estuches de las joyerías, donde la propietaria guarda sus ornamentos preciosos en un lugar donde estén a buen recaudo. Hay otros estuches en piel acondicionados para guardar pendientes o anillos y que se pueda encontrar en un simple vistazo. Para llevarlas durante un viaje o transportarlas de un sitio para otro hay joyeros de viaje que son como carteras hechas en ante con diferentes bolsillos, y mantas de presentación que se doblan como un pañuelo y se guardan sin ocupar mucho espacio.

Artículos de viaje.

Tradicionalmente, los caballeros cuando salían de viaje guardaban sus artículos de aseo personal en bolsos de piel llamados neceser. Eran muy usados por hombres que hacían largos viajes o pasaban gran parte de su tiempo fuera de casa, como los viajantes y representantes de comercio. En su interior llevaban el peine, la cuchilla de afeitar, la espuma, la colonia, el desodorante, el cepillo de dientes y la pasta dentífrica. El bolsito tenía un asa de mano para transportarlo con facilidad, y era compacto para no ocupar mucho espacio en el equipaje. La idea es que pudiera utilizarlo por el caballero estuviera donde estuviera. En la actualidad se siguen fabricando, con una sola entrada, con dos o con varios espacios cerrados con cremallera. Siguen siendo un práctico regalo para cualquier hombre.

Para los viajes, se fabrican en piel bolsones con asa o con bandolera, que son como los bolsos deportivos que se llevan a los gimnasios y que permiten transportar parte del equipaje de una forma cómoda y dinámica.

Antiguamente, gran parte de las maletas se fabricaban en piel. Un material resistente, que aguantaba el ajetreo en los largos viajes en tren y que se podía limpiar fácilmente del polvo y la suciedad que le cayera por el camino. Actualmente, se siguen fabricando maletas pequeñas como los troley que caben en los portaequipajes de cabina de los aviones.

Otros productos curiosos fabricados en piel son porta-mandos escalonados donde colocar los mandos a distancia de la televisión y otros electrodomésticos del hogar, bandejas de sobremesa para dejar las llaves, estuches para guardar el sacacorchos, salvamanteles, posavasos, porta-botella, ceniceros forrados en piel e incluso cofres para presentar una botella de licor.

La piel tiene tanta versatilidad que da pie a fabricar con ella un sinfín de artículos, en la que todos ellos tienen un carácter excepcional, proporcionado por la nobleza del material con el que están hechos. Solo hace falta que el interesado encuentre aquel que se adapte más a sus gustos, y disfrute de él hasta que se canse, pues la piel, si se cuida, dura para siempre.

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