Por mucho que pase el tiempo, el reportaje fotográfico continúa siendo un indispensable en cualquier enlace nupcial. Junto a las fotos preparadas, por así llamarlas, que expresan el buen oficio del fotógrafo, siempre se cuelan algunas fotos no esperadas. Al final esas son las fotos que quedan en el recuerdo de quien las ve. Son las instantáneas de boda.
Revisando el álbum de fotos de mi boda, encontré algunas fotos memorables, qué no se pueden borrar de la memoria, precisamente por lo extraño e inesperado del suceso. Cuando mi suegro sacó a mi mujer a bailar tenía una cara de emoción que no podía disimular. Parece como si quien se hubiera casado hubiera sido él. Solo le faltaba ponerse a llorar de alegría.
En la mesa principal del banquete, mi abuela de 90 años, sentada al lado de mi padre, pegaba cabezadas durante los postres. Momento que supo inmortalizar magistralmente la fotógrafa.
El reportaje de fotos nos lo hizo una amiga. Estudió bellas artes y durante la carrera se dedicaba a ir a los conciertos de jazz para hacer fotos en blanco y negro de los músicos. Fotos que bien podían haber ocupado la portada de una revista. Cuando llegó el momento de buscar trabajo, cuando terminó la carrera, se dio cuenta de que eso de las fotos artísticas no le daban para vivir y se hizo corresponsal de la BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones).
No me puedo quejar del álbum que me dejó. Algunas fotografías son preciosas, pero las que han quedado para el recuerdo son esas fotos graciosas e inesperadas. En cierto modo, también reflejan el carrusel de emociones que se vivió aquel día.
Alba y Juanfran, fotógrafa y operador de cámara de Misma Órbita, un estudio de foto y vídeo de Alicante, especializados en bodas y fotografías familiares, nos cuentan que esas instantáneas también forman parte del álbum nupcial. El fotógrafo debe estar pendiente de los detalles y de todo lo que ocurre a su alrededor. Su trabajo consiste en captar con imágenes la emoción del momento.
Las fotos inesperadas.
Ismael y Betina, familia de los fundadores de conservas Rianxeira, cedieron al periódico El Faro de Vigo, algunas de las fotografías de su boda en Boiro (La Coruña). Quizás a nivel nacional, este enlace no diga mucho. Pero en Galicia, Rianxira es una de las empresas de conservas más importantes de la región.
La galería de imágenes comienza con una fotografía en la que la pareja suben cogidos del brazo unas largas escaleras exteriores. Tal vez en un parque o en un paraje natural en dirección a un mirador. De repente, Betina, la novia, gira la cabeza y mira hacia atrás. Como si hubiera pasado algo a su espalda.
La escena es natural, inesperada. No es como esas fotos preparadas en las que el fotógrafo dice a los novios que se cojan de la mano, que se miren a los ojos o que se pongan al lado de una fuente.
La fotografía me encantó. Refleja la sensación real que tiene los novios ese día, en algunos momentos. Al menos la que yo tuve. Aunque he de reconocer que mi boda fue bonita, yo no la disfruté. Estaba más pendiente de que todo saliera bien, de que los invitados estuvieran a gusto y de que los músicos que había contratado tocaran cuando debían, que de la fiesta en sí.
Esa imagen de Betina, dándose la vuelta, preguntándose: ¿Qué está pasando?, refleja bien lo que pasa por la cabeza de los novios en algunos momentos de la boda.
Fotomontajes impactantes.
Otras de las fotos de bodas que aparecen en Redes Sociales y que reciben muchas visualizaciones son los fotomontajes imposibles. Pinterest está lleno de ellos. Yo diría que están hechos con Inteligencia Artificial, pero no descarto que hayan cogido una fotografía real como base.
Una de estas fotos que se hizo viral es la de dos novios de espaldas, cogidos de la cintura, en la que la novia lleva en la mano una espada láser de la Guerra de las Galaxias. Frente a ellos, un cielo de tormenta y unos robots gigantes a cuatro patas atravesando un lago. La joven pareja dispuesta a salvar el mundo.
Los fotomontajes de huidas en estampida están a la orden del día. Los novios y sus invitados corriendo despavoridos, huyendo de una amenaza que les persigue, por lo general, un monstruo gigante. Puede ser el muñeco de Michelín, un Tiranosaurio Rex, un grupo de naves alienígenas, o la suegra que ha aumentado de tamaño. Yo diría que algunas de estas fotos están sacadas de películas, como “Novia a la fuga”, aunque posteriormente, han sido trucadas con I.A. Digamos que son un clásico, pero en cierto modo refleja el pavor que para algunos representa la boda. La amenaza del matrimonio, de la vida en pareja, el fin de la libertad de la soltería, el comienzo de las responsabilidades familiares. Estos memes conectan con nuestro subconsciente colectivo. Por eso nos hacen tanta gracia.
Otra foto que se hizo viral en Pinterest es la de dos novios encarados el uno frente al otro, sujetados por la espalda por sus amigos. Ella, por las damas de honor. Él, por sus compadres con los que hasta hace poco salía de fiesta. Están recién casados, pero están peleándose. Se masca la tragedia. ¿Será una foto premonitoria? Ya sabemos cómo terminan a veces estas cosas. Yo, por si a caso, no quiero sembrar cizaña.
La preboda y la postboda.
Un recurso que se está haciendo habitual entre muchos fotógrafos de boda es completar el reportaje con una sesión de fotos antes y después la boda. Son las fotos preboda y postboda que forman parte del álbum de fotos nupcial.
Quieras o no, el día de la boda es una jornada frenética. Un día en el que suceden muchas cosas y en el que todo transcurre a contrarreloj. Intentando que nada se retrase y que todo ocurra tal y como estaba previsto. Ese día se realizan la inmensa mayoría de las fotos del reportaje.
Es increíble como el fotógrafo es capaz de introducirse en mitad de esa vorágine para captar imágenes de calidad. Entre medias de todo el protocolo, los novios deben buscar huecos de tiempo para ser fotografiados. Para ser retratados cuando se están arreglando para asistir a la ceremonia. Reservar unos minutos para realizar la sesión fotográfica, mientras los invitados se trasladan desde la iglesia o el juzgado hacia el banquete, dejarse ver cuando se dirigen al lugar del casatorio acompañado por el padrino o la madrina.
La sesión fotográfica preboda y postboda permite realizar las fotos con más tranquilidad. En un ambiente más relajado. Sin estar presionados por los tiempos. También en esas sesiones los novios se pueden mostrar con más naturalidad. Tal y como son. Vistiendo con la ropa que les gusta llevar.
Visto de otra manera, la sesión preboda y postboda es un antes y un después. Una pareja ilusionada por dar un paso decisivo en su relación y, a posteriori, la satisfacción de haber reforzado la unión. Una nueva etapa en sus vidas se abre paso ante sus ojos.
Ideas divertidas.
Dentro de los álbumes nupciales a veces encontramos fotografías preparadas que se salen de lo corriente. Son expresiones de creatividad. El portal bodas.net nos presenta algunas sugerencias, te comento las que me han llamado la atención.
Una de ellas es una foto con globos. Los novios y sus invitados, en el brindis que precede al banquete, llevan globos cogidos por un cordel, que si se prevé, se pueden dejar sueltos para que asciendan al cielo.
Otra fotografía original es la de besos para todos. Parejas de amigos y familiares, colocados en fila y dándose un beso al mismo tiempo que lo hacen los novios. Una bonita estampa que refleja el triunfo del amor.
Un clásico, que si se hace bien, puede quedar bastante emotivo, es retratar a todos los amigos del novio y de la novia por separado. Para los novios es importante que su pandilla de amigos, con los que se ha relacionado hasta entonces, les acompañe en ese día tan especial. Una foto de este tipo debe ser natural. Debe expresar el buen rollo y la camaradería que reina en el grupo. No puede ser una foto en la que todos posan en grupo, como si fuera un retrato de fin de curso. Para hacerlo, nada mejor que esperar a que el ambiente se caliente. A que el banquete vaya avanzando hacia el fin de fiesta. A que la alegría acumulada y, porque no decirlo, los efectos des-inhibidores de los vapores del alcohol hagan presencia. Una foto, esta, que el novio y la novia recordarán con emoción.
Para poner el colofón, está la clásica fotografía del coche de novios, alejándose por la carretera, con la cadena de latas arrastrando por la calzada y el cartel de recién casados colgando sobre el maletero.
Son muchas las ideas de fotografías originales y simpáticas que se pueden hacer en una boda. Es cuestión de dejarse llevar por la imaginación.
