¿Por qué la primera visita al dentista es gratis?

Muchas clínicas dentales ofrecen la primera visita gratis. Puede parecer una operación de márquetin, una forma de atraer nuevos clientes, pero más allá de eso, es una necesidad. Hace falta reconocer al paciente para ver el estado de su dentadura y proponer un tratamiento. Aunque acuda por iniciativa propia, la situación de su boca suele ser peor de lo que él presupone.

En la primera visita, nos comentan en esta clínica dental en Cornellà de Llobregat, el paciente conoce a su nuevo dentista y el dentista conoce el estado real de la boca del paciente. Se realiza una inspección general, una radiografía de la boca, y a tenor de lo que se aprecia, se emite un primer diagnóstico y se sugiere un tratamiento. Presentando un presupuesto. Una inversión de medios, por parte de la clínica, que es necesaria para saber a qué atenerse.

Cuando acudimos al dentista por un dolor de muelas intenso, este suele ser la punta del iceberg. La dentadura es objeto de enfermedades lentas y silenciosas que despiertan la alarma cuando atacan a la pulpa y los nervios del hueso, o cuando afectan a la raíz y los huesos. Pero hasta que llega ese momento, la enfermedad existe, aunque no seamos conscientes de ello.

Las enfermedades más comunes no las conoce el paciente.

La academia EDE, de postgrados odontológicos, publicó en su web una lista de las 6 enfermedades dentales más comunes en España. Todas ellas son progresivas y tienen una evolución lenta. Algunas, ni siquiera el paciente conoce de su existencia, y otras, se percata de ellas en sus etapas finales. Son estas:

  • La caries. Es la enfermedad dental más frecuente en España, y la segunda a nivel general, por detrás del resfriado común. El 90% de la población la ha sufrido en algún momento de su vida.

Es una enfermedad silenciosa, solo llama nuestra atención en el momento en el que ataca a la pulpa del diente, la parte interna en la que se encuentran las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos. Pero hasta llegar allí ha llevado un proceso de meses, y hasta de años, erosionando la pared del diente. La caries produce una necrosis, un pequeño agujero por el que los ácidos bacterianos van taladrando el diente hasta que se cae o deja de ser útil.

La caries se va propagando a lo largo de la boca. De una pieza dental a la adyacente. Es frecuente que los pacientes tengan varias piezas dentales afectadas por caries en distintos niveles de evolución. Un buen reconocimiento dental establece un orden de prioridades y un plan de acción para erradicar la caries de la boca del paciente.

  • La gingivitis. Es un problema que afecta al 59,8% de la población española. Es muy frecuente entre 35 a los 45 años, una edad en la que solo un 15% de la población pueden presumir de tener las encías completamente sanas.

La enfermedad aparece cuando hay un exceso de bacterias alrededor del diente debido a la acumulación de placa y sarro. Las encías comienzan a enrojecerse y a inflamarse. De no tratarse a tiempo, puede llegar a tener consecuencias en el hueso.

Cuando la infección está en estado avanzado, el paciente debe someterse a un curetaje dental. Este comienza por un raspado y alisado reticular que llega hasta la encía, el tejido gingival, bajo el cual se forman bolsas de placa bacteriana que producen que la encía se vaya separando del diente, agrandándola e infectándola.

  • La periodontitis. Es una evolución de una gingivitis no tratada a tiempo. Uno de cada 4 españoles la sufre. Se ha comprobado que se acentúa con la edad. Es frecuente entre mayores de 65 años.

En este caso, las bolsas de bacterias se han propagado por el interior de la encía y afectan al hueso. Provocan la recesión de las encías, troneras, movilidad de los dientes, mal aliento y es una de las causas más frecuentes de la caída de las piezas dentales.

El odontólogo, especializado en este tipo de enfermedades, intentará salvar el diente, para ello realiza un curetaje más complejo que el de gingivitis. También realizará un estudio micro-biótico, para descubrir que bacterias están actuando en la boca, recetará un antibiótico y realizara una intervención bajo anestesia local.

  • La perimplantitis. Es una infección que se produce en la encía tras la colocación de un implante dental. Aunque se ha desarrollado los medios de implantología, utilizando materiales biocompatibles como el titanio y haciendo simulaciones por ordenador para diseñar el implante más adecuado para el paciente, es posible que se produzcan infecciones en algunos casos.

Según EDE, uno de cada 5 implantes provoca algún tipo de infección. En España se colocan 800.000 implantes cada año, por lo que se dan 160.000 casos de perimplantitis.

El cirujano especialista en patologías perimplantitarias interviene para salvar la prótesis colocada, que sea admitida por el cuerpo y, por tanto, que sea operativa.   

  • El bruxismo. Es una de las enfermedades dentales más desconocidas y más difíciles de controlar. Sin embargo, se encuentra entre las más frecuentes. Es una contracción involuntaria de los músculos de la boca que produce un rechinar de dientes. Se suele dar normalmente en determinadas etapas del sueño. Termina por producir desgaste de los dientes, problemas en las encías y breves desplazamientos de la raíz de las piezas dentales. Genera, por otro lado, dolores de cabeza, de cara y de cuello. El método más utilizado para neutralizarlo es la colocación de férulas de plástico, llamadas de descarga, que protegen a los dientes durante la noche. Son medidas paliativas, que no erradican la enfermedad. Para su tratamiento es necesario la coordinación con otros profesionales. En ocasiones, el bruxismo aparece como consecuencia de estados de estrés o de ansiedad, o como síntoma de una patología neuronal o nerviosa.
  • La halitosis. Es lo que conocemos comúnmente como mal aliento. Aparece como consecuencia de una mala higiene bucal descuidada asociada a casos de tabaquismo, consumo habitual de alcohol o de enfermedades periodontales. A veces puede ser un indicador de otras enfermedades más graves en periodo de evolución, como deficiencias en el hígado, los riñones o cáncer de boca. Requiere, por tanto, un estudio detallado por parte del especialista.

El peri-odontólogo, además de realizar el tratamiento que considere oportuno, suele recetar al paciente una crema dental antiséptica o un enjuague bucal específico, que además de volver el aliento fresco, combata a los gérmenes causantes del mal olor.

Según algunos estudios médicos, afecta a un 25% de la población y es más frecuente entre personas mayores de 50 años. Apareciendo sobre todo por la mañana, al despertarse, después de haber pasado varias horas de sueño, en el que la boca ha estado en reposo y se ha reducido la producción de saliva.

 La clave del tratamiento está en el diagnóstico.

El diagnóstico determina el tratamiento. En la revista mexicana Portal Odontólogos habla de lo importante que es el primer examen y el diagnóstico dental. Cuanto más detallado sea, más útil será para el odontólogo y para la salud del paciente. No solo se centra en la parte visible de los dientes, también debe abordar la parte que está sumergida en la encía, la raíz, la estructura ósea, el tejido gingival, la oclusión de la dentadura, etc. Si se ha de proceder a un implante es necesario calibrar la parte del tejido óseo perdida. Es interesante conocer los síntomas del paciente, sus hábitos de limpieza, si fuma. Tener una pequeña entrevista con él. También es útil conocer su historial clínico y los antecedentes familiares, a fin de considerar posibles incidencias genéticas.

Para perfilar el diagnóstico se están desarrollando medios de reconocimiento por imagen, utilizando las últimas tecnologías. Es fundamental, antes de que el dentista se pronuncie, tener una radiografía de la boca del paciente. Esta permite apreciar los dientes que no han erupcionado, la profundidad de una caries, la pérdida real de masa ósea en casos de caída de dientes, el efecto de la placa bacteriana sobre las encías, etc. Con la ortopantomografía, la llamada radiografía en 3D, se consigue una visión más exacta y en perspectiva de los problemas que han aparecido en la boca. Las imágenes conseguidas por esta vía se recogen en el ordenador, pudiendo aplicar el Zoom para apreciar mejor los detalles. No es un sustituto de la radiografía tradicional, más bien completa la información.

Para tratamientos como la ortodoncia se utiliza el escáner dental. Este aparato combina un láser de alta precisión con luz óptica, generando 6000 imágenes por segundo que permiten al ordenador reproducir una recreación exacta en 3 dimensiones de la boca del paciente.

Cuanto antes se detecte una enfermedad dental más fácil y menos costosa es erradicarla. Hay que partir, que algunas enfermedades dentales como la caries o la gingivitis son asintomáticas en sus fases iníciales.

La primera visita al dentista es el punto de partida para una relación más continuada que busca el bienestar y la salud de la boca del paciente. Cualquier medida que vaya a potenciarla es bienvenida, pues en esa visita se basa poder atender al interesado como es debido.

Comparte este artículo
Facebook
Twitter
LinkedIn
Últimas publicaciones
Scroll al inicio