Mi vida en una caravana

Seguro que conoces a personas que viven en una casa, otros en un chalet. Incluso puedes conocer a gente que viva en un pueblo en una casa de madera o te permito que me digas que conoces a gente que vive en una cueva, sobre todo en la zona de Granada. Pero ¿conoces a alguien que viva en una caravana? Pues si no lo conoces, me presento, yo vivo en una caravana. Y aprovecho este momento para contarte cómo es vivir. La verdad es que es un lugar tranquilo, mágico y sobre todo, movible.

Como nos indican desde Carrent Miladoiro, ahora mismo esto de vivir en una caravana está cada vez más de moda. Sobre todo con la pandemia, que se ha demostrado que los pisos pequeños son un peligro. Por eso, son muchos los que han querido aprovechar sus ahorros para comprarse una caravana, aunque es cierto que otros los que hacen es alquilarla. Pues bien, así se vive en una caravana.

Seguro que muchas veces has pensado en dejar tu trabajo, estresante, y subirte a una autocaravana y vivir la vida. Pues bien, yo lo he hecho. Un buen día, aunque después de meditarlo mucho, decidí que con los ahorros que tenía, y con una herencia que recibí de mis padres, pues me iba a comprar una caravana y recorrer el mundo. Por supuesto, mi mujer estuvo encantada y decidimos dar este paso que ha marcado nuestra vida.

Mi día a día

Mi día a día es muy divertido, pero también tranquilo. Aquí no hay problemas con la distracción de los móviles, solo con decirte que muchas veces no tenemos cobertura. y, francamente, sin nada más que hacer, mi pareja y yo leemos tanto como cuando éramos niños. Así que gracias a vivir en una caravana he vuelto a darle a los libros, algo que recomiendo a muchas personas. Lo hago con mi libro electrónico. Así que no tengo que acumular libros y libros en una estantería, y viene con una práctica luz nocturna para ver la pantalla cuando está oscuro. He podido leer muchos libros que tenía pendientes gracias al tiempo libre y a las horas que pasamos en la carretera.

Si los días son tremendos, las noches son especiales. Como muchos aparcamientos de caravanas nocturnos están ubicados en zona montañosa o costera, somos unos privilegiados por ver las estrellas de una forma increíble casi todas las noches. Además son zonas donde no hay contaminación lumínica, he llegado a ver hasta la Vía Láctea.

Sin apenas gastos

Y vivir en una caravana es una forma de ahorrar muy fácilmente. Aquí no tenemos que abonar hipotecas, aquí no hay que pagar IBIS ni reformas. Aquí lo único que tienes que hacer es pagar la gasolina. No me gasto nada en alojamientos, tampoco en transportes o en comidas caras en restaurantes. Es cierto que si después de una larga caminata nos apetece coger un taxi de vuelta, lo haceos.

Si algo odiaba de mi época en coche era cuando tenía que buscar sitios para aparcar. Pues bien, con caravana no hace falta. Debido al extenso número de campings que existen en toda España podemos llevar la caravana a lugares muy remotos que no están abiertos a los turistas habituales. Con un vehículo autónomo, podemos adentrarnos más en la naturaleza porque tenemos inodoro, lavabo y un contenedor de basura. Está claro que vamos a vivir en primera persona con la naturaleza.

Sin horarios

Aunque si algo me gusta de vida así, es que desde hace tiempo ya no usamos relojes. Es la vida sin tiempo. a vida en la carretera es como una larga tarde de domingo. Es la filosofía del “Podemos hacer lo que queramos, cuando queramos”. Al final, terminamos moviéndonos casi todos los días, pero podemos elegir cuándo, dónde y cómo de rápido. Aunque hemos determinado que mantener algún tipo de rutina es importante, vamos por la vida sin ataduras, sin complejos y disfrutando de ella.

Ahora bien, no quiero ser malo y deciros que vivir en una caravana es la panacea. Por supuesto también tenemos nuestros problemas. Por ejemplo si discutimos sabemos que nos tocará pasar muchas horas juntos. En casa, es tan sencillo como pasar algunas noches separados. En la caravana, es más bien hacer una excursión solo, o ponerte a leer mientras tu pareja hace otra cosa.

Lo que peor llevo es el baño. Las toallitas corporales biodegradables y lavarse con la ayuda de una esponja en la parte de atrás del vehículo ya forma parte de nuestra vida.

Como has visto, la vida en una caravana es ideal. Cada vez somos más, ¿te apuntas?

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