El cambio del colegio al instituto puede ser un proceso complicado, especialmente para aquellos niños que tienen que cambiar de centro y compañeros de clase.
Por eso en este artículo hemos reunido algunos consejos para intentar ayudar a tu hijo en esta nueva etapa.
Aporta seguridad
Este proceso está lleno de cambios y es normal que los pequeños sientan miedo o inseguridad. En primer lugar, los niños pasan a ser los más grandes del colegio (cuestión que les hace sentirse seguros y poderosos) a ir a un sitio en el que son los más pequeños y se sienten así porque la mayoría de estudiantes son mucho más altos y grandes que ellos. También se cambia de rutina por completo y las asignaturas requieren mayor trabajo para sacarlas adelante. Otra cuestión que puede afectar a la seguridad es que todo son caras nuevas, desde los profesores a los compañeros de clase. Por eso es fundamental que como madre o como padre aportes seguridad a tu hijo o hija.
Ve adaptando el cambio
Otro consejo que puede ayudar a que tu hijo se adapte mejor al cambio es que vaya preparándose con antelación. Le puedes ir explicando todos los cambios que va a apreciar en las aulas como que ahora va a tener un profesor para cada asignatura, qué implica no cumplir las normas… Con este consejo hay que tener cuidado, porque no hay que generar miedo a los pequeños. Simplemente explicarles los cambios de manera positiva porque supone que están creciendo. Y si el pequeño muestra algún tipo de problema a algún cambio tienes que ofrecer soluciones de manera segura.
Acude a una jornada de puertas abiertas
Si hay una jornada de puertas abiertas en el centro lo acompañes. Conocer de primera mano el centro, saber con antelación cómo es el instituto o cómo son las clases le ayudará a afrontar mejor el cambio. Además, puede que en esa jornada conozca a alguno de sus futuros compañeros.
No descuides la comunicación con tu hijo
Es importante que acompañes a tu hijo en el cambio del colegio al instituto. Así que busca momentos para comunicarte con tu pequeño. Es normal que tu hijo no te cuente todo lo que te gustaría o que las respuestas que te da no sean suficientes, pero no te preocupes, es normal. Además, tienes que evitar hacer un interrogatorio para no estresar a tu pequeño. Y es que presionarlo no hará que te cuente más cosas, al revés, hará que se cierre por banda.
Inculca hábitos saludables
La alimentación y tener unos hábitos saludables puede de ser de gran ayuda en el cambio del colegio al instituto. Es importante que tu pequeño duerma bien para poder sentirse descansado durante el día. Además, la entrada al instituto suele ser mucho antes que la del colegio por lo que tendrá que madrugar más. Así que intenta fijar un horario de sueño que debe cumplir todos los días para poder estar descansado.
Como decíamos también la alimentación es importante. Es aconsejable que tu hijo se lleve un almuerzo para que pueda comer algo en el recreo y tampoco puede olvidarse de una botella de agua para mantenerse hidratado.
Otro hábito saludable que puede ayudarle a gestionar mejor el cambio es la práctica deportiva. El ejercicio físico en los jóvenes al igual que los adultos nos puede ayudar a reducir el estrés o la ansiedad. Así que intenta que practique el ejercicio que más le guste. Además, sentirse bien físicamente le aportará autoestima que será de gran ayuda para afrontar este importante cambio en su vida.
En resumen, estos consejos te pueden servir de ayuda para apoyar a tu hijo o hija en el cambio del colegio al instituto. Es importante que si aprecias cambios en su personalidad, forma de actuar o incluso baja drásticamente su nivel de estudios te involucres más y preguntes sobre qué le ocurre. En algunos casos a pesar de que hagamos todo bien como padres a los pequeños les puede sobrepasar la situación. Entonces lo mejor es contar con la ayuda de un profesional cuanto antes. “La adolescencia es un periodo de crecimiento y desarrollo acelerado, claramente diferente a la relativa estabilidad que se disfruta en la edad adulta, y esto hay que tenerlo siempre presente. Y este desarrollo acelerado puede afectar a los pequeños”, confirman desde el centro de Vanessa Sanz Psicóloga, especialistas en tratamientos y terapias de pareja, de familia, infantiles y para la depresión.