¿Qué importancia le daríais a una vivienda a la hora de valorar vuestra calidad de vida? Sin duda, estamos hablando de una cuestión que es de las grandes claves de la comodidad en una persona. No es lo mismo disponer de una vivienda de 200 metros cuadrados que vivir en un piso que sea cuatro veces más pequeño. Otros aspectos, como lo son la ubicación de la vivienda y la cercanía de parques, supermercados, hospitales y zonas de ocio, también deben tener un reconocimiento a la hora de valorar qué cosas hacen más felices a las personas.
Sin embargo, la calidad de la vivienda en sí es uno de los factores que muchas veces se olvidan pero que pueden resultar determinantes a la hora de catalogar a una vivienda como cómoda o como incómoda. Es decir, podemos tener una vivienda grande y excelentemente ubicada, pero si sus materiales no nos permiten obtener un buen aislamiento térmico o acústico, por ejemplo, siempre viviremos peor que un piso más pequeño y más alejado de todo pero en el que sí podamos disponer de esa clase de aislamientos. Como veis, un buen hogar depende de muchas cosas. Y lo mejor es que las tengamos todas en cuenta.
En España tenemos un problema que haríamos bien en intentar resolver y que no es otro que la escasa calidad con la que están levantados muchos de nuestros edificios y viviendas. Un buen porcentaje de ellos tiene ya varias décadas de antigüedad, por lo que seguramente no cumpla ninguno de los requisitos que son necesarios para garantizar el aislamiento térmico o el acústico. Rehabilitar se ha convertido en una de las tareas que, por tanto, tienen una mayor importancia en España en los tiempos en los que nos encontramos. Es mejor y más barato eso que tirar un edificio y reconstruirlo.
Una noticia publicada en la página web del diario Expansión hablaba de cuántas viviendas iban a acogerse a uno de tantos planes de rehabilitación que se han ido desarrollando con el paso de los años. Es necesario que exista este tipo de planes porque, desde luego, posibilitan que la gente viva en sitios ya no solo más cómodos, sino también más seguros. Esa seguridad debe estar siempre garantizada y esto es algo que, por desgracia, no siempre ocurre en las viviendas de miles y miles de españoles, sobre todo entre aquellos que viven en comunidades de propietarios.
Otra información, en este caso publicada por el diario El País, aseguraba cómo acorralar al ruido en lo que tiene que ver con el hogar. En el artículo se comenta que las viviendas que se construyeron antes del año 2009 soportan demasiados decibelios y que, desde luego, se construyeron sin demasiados criterios acústicos. No cabe la menor duda de que esta es una de las cuestiones que más incomodidades pueden generar entre las familias y que, para resolverla, es necesario que apostemos por una rehabilitación de la vivienda. La suerte es que el sector público concede muchas ayudas para esto, tal y como hemos visto.
El aislamiento térmico y acústico se han convertido en dos de las grandes necesidades de las familias que residen en alguna vivienda situada en una ciudad o municipio altamente poblado. Los profesionales de Crearsur Aislamientos nos han comentado que este tipo de servicios es solicitado casi en su totalidad por personas que residen en una vivienda que cuenta con, al menos, dos décadas de antigüedad. Nada tiene que ver la comodidad anterior con la que resulta de trabajos como de los que estamos hablando.
Fundamental para los niños y ancianos
Por todos y todas es sabido que los más pequeños y pequeñas y las personas mayores son las más susceptibles de sufrir las consecuencias de una vida que no sea cómoda. Por tanto, una vivienda en la que haya personas de este tipo tiene la necesidad imperiosa de apostar por este tipo de rehabilitaciones. Vivimos en el siglo XXI y pensamos que ya es hora de que todo el mundo tenga una vivienda digna. El aislamiento es una de esas cosas que permite que así sea. Seguro que hay muchas personas que ya se han dado cuenta de ello y que ya disfrutan de las ventajas que eso conlleva.
Hay países, como lo son Alemania, Países Bajos o los escandinavos, en los que la rehabilitación empezó a ser muy común hace varios años y que nos llevan un margen de ventaja. Ahora es nuestro turno y hay que aprovecharlo al máximo. Es hora de que todo el mundo pueda disponer de una vivienda que, aunque sea más grande o pequeña y que esté situada en una zona y otra de la ciudad, disponga de ese aislamiento tan necesario para que ni el ruido ni la temperatura exterior le juegue una mala pasada.