¿Cómo se prepara uno para ser padre?

Ser padre es una de las experiencias más gratificantes de la vida, pero también una de las más desafiantes. No existe un manual perfecto para la crianza, pero hay muchos pasos que puedes tomar para prepararte para este nuevo rol.

En el centro de psicología Canvis, explican que “tener un hijo nos brinda la oportunidad de seguir creciendo y es un reto que nos sirve para afrontar cuestiones que no hemos resuelto en nuestra infancia. Es un viaje de apertura mental, de descubrimiento de nuevos sentimientos y de seguir aprendiendo”.

Preparación física y mental

La preparación física y mental es quizás la más importante a la hora de enfrentarse a todo lo que implica criar un hijo. Es importante disfrutar de esta etapa, pero aprende a pedir ayuda siempre que lo necesites. 

Preparación física

  • Alimentación saludable. Comer sano siempre es necesario, pero si además tienes un bebé al que cuidar, con más motivo. Necesitas energía para toda la atención que requiere. Por ello, lleva una dieta que incluya frutas, verduras y proteínas. También es importante reducir el consumo de algunos alimentos como los procesados, azúcares y grasas saturadas. 
  • Ejercicio físico. La actividad física regular te ayudará a mantenerte en forma y a reducir el estrés. Busca actividades que disfrutes, como caminar, nadar o bailar. Ten en cuenta que, durante el embarazo, la madre debe adaptar su rutina de ejercicios a las recomendaciones de su médico.
  • Descanso adecuado. Dormir lo suficiente es la base para mantener una buena salud física y mental. La falta de sueño puede influir en el estado de ánimo, la concentración y la paciencia a la hora de cuidar a un bebé. Por ello, hay que aplicar técnicas para establecer una rutina de sueño regular. Es necesario, según expertos, dormir una media de entre 7 y 8 horas por la noche

Preparación mental

  • Infórmate. Lee libros, artículos y blogs sobre la crianza de los hijos. Cuanto más sepas sobre el desarrollo infantil, mejor preparado estarás para afrontar los desafíos que se te presenten.
  • Habla con otros padres. Apóyate en personas que están viviendo lo mismo que tú o que lo hayan vivido recientemente. Te ofrecerán información y ayuda de gran valor. 
  • Acude a clases prenatales. Asistir a clases prenatales te ayudará a conocer todos los aspectos relacionados con la maternidad y paternidad. Desde las claves durante el parto como el cuidado del bebé.  Además, conocerás a gente que está en tu misma situación y podrás crear relaciones que sirvan de apoyo.  
  • Aprende a gestionar el estrés. Busca cuáles son las mejores técnicas de relajación para esta situación a través de expertos. Por ejemplo, la respiración profunda o la meditación. Es una forma eficaz para gestionar y controlar el estrés en situaciones complicadas de la maternidad o paternidad. 
  • No dudes en buscar apoyo cuando lo necesites. Habla con tu pareja siempre que lo necesiten, así como con familia, amigos o un profesional de la salud mental. Expresa cómo te sientes. Pedir ayuda es de sabios y no implica debilidad. Todo lo contrario, fortaleza para solucionar situaciones complejas. 

Preparación financiera

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de ser padre es el tema económico. Criar a un hijo conlleva muchos gastos si quieres ofrecerle una buena vida y un buen futuro. 

  • Elaboración de un presupuesto. El primer paso para tener una buena salud financiera es crear un presupuesto familiar. Este presupuesto debe incluir tanto los ingresos como los gastos de todo. Es decir, vivienda, alimentación, educación, transporte, ropa y ocio. Es la forma de saber el ahorro que puedes llevar a cabo y en qué. 
  • Creación de un fondo de emergencia. Es importante contar con dinero ahorrado que sirva como un fondo de emergencia. Es decir, que sirva para cubrir gastos inesperados que puedan surgir. Por ejemplo, daños en la vivienda o una enfermedad. Lo recomendable es que este fondo cubra, al menos, tres meses de gastos mensuales.
  • Elección de un seguro médico adecuado. La salud es lo más importante. Por ello, es recomendable contar con un seguro de salud. Compara entre diferentes opciones para saber cuál es la que mejor se adapta tanto a las necesidades como al presupuesto. 
  • Planificación para el futuro de tu hijo. La educación es importante. Por ese motivo, siempre que puedas, intenta ahorrar para ofrecerle lo mejor a tu hijo. Es un ahorro a largo plazo por lo que puede ser muy poco a poco.

Algunos consejos adicionales al respecto que puedes seguir son:

  • Reduce tus deudas: si tienes deudas y vas a tener un bebé, intenta pagarlas a corto plazo. De esta manera tendrás más dinero disponible para los gastos que conlleva un hijo.  
  • Compara precios: antes de comprar cualquier cosa para tu bebé, compara precios. Puede variar mucho, por lo que con una comparación puede hacerte con un buen precio manteniendo la calidad. 
  • Considera la posibilidad de trabajar desde casa. Si es posible solicita en el trabajo teletrabajar. Así ahorras dinero en transporte y guardería. 
  • Solicita ayuda financiera: si tienes dificultades para cubrir los gastos del bebé, puedes solicitar ayuda financiera del gobierno o de organizaciones benéficas.

Preparación del hogar

El hogar es el lugar donde más tiempo van a pasar nuestros hijos, además de la escuela. Por ello, es importante que el hogar sea acogedor y esté repleto de amor para la llegada del bebé. 

Habitación del bebé

  • Ubicación. Es importante que la habitación del bebé esté ubicada en un lugar tranquilo, donde no haya ruidos, pero a ser posible cerca de la habitación de los padres. 
  • Seguridad. La habitación del bebé tiene que ser segura para evitar  accidentes. Puedes incorporar por ejemplo, protectores en las ventanas y en los enchufes. 
  • Temperatura. La temperatura ideal para la habitación del bebé es entre 20 y 22 grados centígrados.
  • Mobiliario. La habitación del bebé debe contar con una cuna o moisés, un cambiador, una cómoda para guardar la ropa y un sillón para que los padres puedan amamantar o leer al bebé.
  • Decoración. La decoración de la habitación del bebé debe ser relajante y estimulante. Puedes utilizar colores pastel, móviles y peluches.

Cambiador

  • Ubicación. El cambiador debe estar ubicado en un lugar seguro y cómodo para cambiar al bebé.
  • Superficie. La superficie del cambiador debe ser acolchada y fácil de limpiar.
  • Elementos esenciales. Ten a mano todos los elementos necesarios para cambiar al bebé, como pañales, toallitas húmedas, crema para rozaduras y ropa limpia.

Baño

  • Seguridad. Es importante asegurar el baño para evitar accidentes. Instala una alfombrilla antideslizante en la bañera y coloca un protector de grifo.
  • Temperatura del agua. La temperatura del agua del baño del bebé debe ser tibia, que ronde los 38 grados centígrados, según la revista Semana
  • Productos de baño. Utiliza productos de baño específicos para bebés, que sean suaves y no irriten la piel.
  • Toallas. Ten a mano toallas suaves para secar al bebé después del baño.

Cocina

  • Seguridad: es fundamental asegurar la cocina para evitar accidentes. Guarda los productos de limpieza y los objetos peligrosos fuera del alcance del bebé.
  • Preparación de alimentos. Si vas a preparar alimentos para el bebé, asegúrate de hacerlo de forma higiénica y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
  • Utensilios. Ten a mano los utensilios necesarios para preparar las comidas del bebé, como biberones, tetinas, esterilizador y trituradora.

Sala de estar

  • Seguridad. Es importante asegurar la sala de estar para evitar accidentes. Retira objetos pequeños que el bebé pueda tragar o con los que pueda golpearse.
  • Espacio de juego. Crea un espacio de juego para el bebé con juguetes seguros y adecuados a su edad.
  • Iluminación. La iluminación de la sala de estar debe ser suave y no directa. Puede ser a través de muñecos o algo que sea sutil.

Preparación emocional

Ser padre no es fácil y exige estar preparado para los cambios emocionales. Por ello, es importante que tengas en cuenta los siguientes aspectos para enfrentarte a los desafíos con confianza. 

  • Acepta la incertidumbre: en la crianza de un hijo nada está escrito. Cada hijo es un mundo y es imposible tener todo bajo control. Irás actuando según los requerimientos. 
  • Comunicación: comparte cómo te sientes con tu pareja. La comunicación es muy importante. Tanto para la crianza de tu hijo como para fortalecer la relación. 
  • Busca apoyo: no tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites.  La crianza exige, en ocasiones, pedir ayuda y es bueno aceptar que hay que hacerlo y que no es un trabajo individual. 
  • Cuida tu salud mental: intenta dormir y comer bien. Intenta sacar tiempo para ti mismo, ya sea para hacer ejercicio o llevar a cabo actividades de ocio que te gusten. Dedícate tiempo a ti mismo y también comparte tiempo en pareja. 
  • Infórmate: lee libros, artículos, blogs sobre la crianza de los hijos o acude a un especialista. Cuanto más aprendas, mejor preparado estarás, pero como adelantamos, cada uno es un mundo y no hay reglas a seguir.  
  • Sé paciente: criar a un hijo requiere paciencia. Sentirás frustración, enfado, tristeza, felicidad, enérgico, etc. Lo importante es saber controlar cualquiera de las emociones. 
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