Candidiasis oral

De paso por la clínica dental SM Médico Dental, sus profesionales odontólogos nos han hablado de algunas de las patologías que pueden manifestarse concretamente en la lengua. Asociamos los problemas bucales, exclusivamente a los relacionados con la dentadura y la mandíbula, sin percatarnos de que todo lo que se encuentra dentro de la cavidad bucal puede ser un problema oral. Por ello hemos decidido dedicar un artículo a la Candidiasis oral, una de las afecciones bucales por excelencia que, sin ser grave, puede resultar bastante molesta.

Seguro que a la gran mayoría le suena el nombre y conoce el hongo que la provoca: Cándida Albicans. Un microorganismo habitual en la boca que a veces, siente la necesidad de proliferar de forma excesiva dentro de la boca y manifestar su presencia, mediante la aparición de placas blancas en la lengua y el interior de las mejillas. En algunas personas afectadas, la candidiasis oral puede llegar a afectar a la parte superior de la boca afectando a las encías, amígdalas o la parte posterior de la garganta.

Cualquier persona puede sufrir esta patología de curso leve, aunque es más frecuente en bebés y adultos mayores, puesto que su sistema inmune esta menos reforzado y es más débil. Así mismo, personas que tienen la inmunidad inhibida, sufren enfermedades que lo debilitan o siguen ciertos tratamientos médicos, son proclives a padecer de candidiasis oral. En cualquier caso, se trata de un problema menor, en las personas sanas, aunque en las que tienen un sistema inmune debilitado, los síntomas pueden agravarse y ser más difíciles de controlar.

Como reconocer la candidiasis oral

Los síntomas que delatan la presencia de esta afección bucal tanto en niños como en adultos, pueden no presentarse de manera inmediata. No obstante, algunos de los síntomas que la hacen patente son los siguientes:

  • Lesiones blancas, de aspecto cremoso en la lengua, mejillas internas y, ocasionalmente, el cielo de la boca, las encías y las amígdalas.
  • Lesiones ligeramente elevadas con un aspecto similar al requesón.
  • Enrojecimiento, ardor o inflamación que puede ser lo suficientemente grave como para generar una dificultad a la hora de comer o tragar.
  • Sangrado leve en las lesiones si se frotan o rascan.
  • Agrietamiento y enrojecimiento en las comisuras de la boca.
  • Sensación algodonosa en toda la boca.
  • Pérdida del gusto.
  • Enrojecimiento, irritación y dolor debajo de las dentaduras (pacientes que utilizan dentadura postiza y sufren de estomatitis protésica debido a la cándida)

Los pacientes que sufren casos más severos, vinculados por norma general a enfermedades como el cáncer o sistemas inmunes débiles a causa del VIH, las lesiones citadas, pueden propagarse hacia el esófago, el tubo largo y muscular que se extiende desde la parte posterior de la boca hacia el estómago, provocando una esofagitis por cándida. Cuando se da esta circunstancia, el paciente puede presentar dificultades para tragar, dolor y tener la sensación de que la garganta esta obstruida por los alimentos.

En el caso de los bebés que padecen candidiasis oral, además de las lesiones blancas tan distintivas de la boca, los lactantes pueden sufrir problemas a la hora de alimentarse o sentirse molestos e irritables. Pueden, incluso transmitir la infección a la madre durante el amamantamiento y así, la infección ir y venir entre el pecho de la madre y la boca del bebé.

Las mujeres afectadas por cándida en los senos, pueden padecer los siguientes síntomas:

  • Pezones rojos, sensibles y agrietados o con picazón.
  • Piel brillante o escamosa en la areola del pezón.
  • Color inusual durante el amamantamiento o pezones dolorosos entre toma y toma.
  • Dolores punzantes en la mama.

Ante la presencia de alguno de estos síntomas, lo mejor es consultar con el médico o el dentista para que determine si se trata o no de candidiasis oral y que disponga el tratamiento correspondiente.

Este tipo de afección, es poco frecuente en los niños más mayores, adolescentes y adultos sanos. Por ello, es conveniente consultar con el médico y que este determine si es adecuado realizar otro tipo de pruebas para verificar o descartar otro tipo de afecciones mayores.

Causas, factores de riesgo y otras cosas sobre candidiasis

Cuando el organismo se encuentra en condiciones normales, el sistema inmune, se encarga de hacer su trabajo y expulsar a los organismos dañinos como los virus, las bacterias y los hongos, con el objetivo de mantener un equilibrio entre los diferentes microbios que habitan en el cuerpo. Cuando por la razón que sea, este mecanismo de defensa, falla, proliferan los microorganismos dañinos, como la cándida. Esta proliferación masiva, produce la candidiasis oral.

Las causas o factores de riesgo asociados a la aparición de esa afección, son las siguientes:

  • Sistema inmune débil. Con mayor probabilidad, los bebés y adultos mayores son proclives a presentar candidiasis oral debido a la reducción de esa inmunidad. En el caso de los bebés por no estar aun formada completamente y en el de los adultos mayores, por la debilidad propia de la edad. Algunas enfermedades y tratamientos tienen como resultado la inhibición del sistema inmune, lo que puede propiciar la aparición de candidiasis.
  • Los pacientes diabéticos que no se tratan o controlan su enfermedad de la forma adecuada, pueden contener en su saliva, altas cantidades de azúcar, lo que favorece el crecimiento y proliferación de la cándida.
  • Candidiasis vaginal. En ambos casos, el hongo que provoca la candidiasis es el mismo, por lo que puede ser transmitida por la madre al bebé en el parto.
  • Tratamientos médicos. Fármacos como la prednisona, los corticoides inhalables o antibióticos que alteran el equilibrio natural de los microorganismos del cuerpo, pueden incrementar el riesgo de sufrir candidiasis oral.
  • Otras causas pueden ser afecciones orales como la sequedad de la boca o la utilización de dentadura postiza, sobre todo la superior.

Rara vez, esta afección resulta problemática en niños y adultos sanos. Sin embargo, en otro tipo de pacientes como los que tienen el sistema inmune deprimido, sea por la causa que sea, puede verse agravada. Una candidiasis oral sin tratamiento adecuado, puede conllevar una infección sistémica de mayor gravedad, puesto que puede diseminarse hacia el esófago y, de ahí a otras partes del cuerpo.

Más vale prevenir…

Como a nadie le gusta estar enfermo y sentirse mal, aunque la candidiasis oral, no resulta, en principio muy molesta, tampoco quiere decirse que se trate de una afección agradable, lo mejor es la prevención.

¿Se puede prevenir la candidiasis? Lo cierto es que si, al menos se pueden minimizar los riesgos casi a cero. Evitar contraer una infección por cándida es bastante sencillo, solo presta atención a las siguientes medidas preventivas.

Hacer enjuagues bucales de forma habitual, sobre todo si utilizas inhaladores de corticoides. Tras su aplicación, enjugar con agua o cepillarse los dientes, es un método eficaz.

Cepillarse los dientes, un mínimo de dos veces al día y utilizar hilo dental a diario o con la frecuencia recomendada por el dentista.

Controlar la dentadura postiza es fundamental en estos casos. Quitar la dentadura por la noche y asegurarse de que las mismas, se ajuste de forma adecuada a la encía para que no provoquen ningún tipo de lesión o roce. Por supuesto, limpiarla a diario siguiendo las pautas y recomendaciones del dentista.

Visitar al dentista de forma regular, especialmente en casos de diabetes o si utilizas dentadura postiza. El propio odontólogo te dirá cuando y con que frecuencia debes acudir a la consulta.

Mantener un buen control de los niveles de azúcar en sangre si sufres diabetes, ayuda a disminuir la cantidad de azúcar presente en la saliva y evitar el crecimiento y proliferación de la cándida.

En caso de padecer candidiasis vaginal, tratarla lo antes posible para que no existan riesgos de contagio por otras vías.

Tratar los casos de sequedad en la boca.

Hemos hablado de los síntomas, las causas y la manera de prevenir la candidiasis, ya solo queda mencionar como se lleva a cabo su diagnóstico y el tratamiento correspondiente.

Para diagnosticar la presencia de candidiasis oral en un paciente, basta con una simple observación a la lengua. Ante la presencia de lesiones blanquecinas con aspecto de requesón, lechosas, el médico puede solicitar un cultivo de las lesiones tras realizar un raspado.

Una vez que se confirma el diagnóstico, el profesional médico, puede optar por no recetar ningún medicamento. Sobre todo, en los bebés, cuyos síntomas remiten en unas dos semanas, puede ser suficiente con darles yogur o alimentos con bífidus. En caso de que la candidiasis no remita en ese tiempo, pueden administrarse antifúngicos en solución oral con los que hacer enjuagues bucales.

Cuando la candidiasis se da en personas con el sistema inmune debilitado, la candidiasis puede verse agravada, como ya hemos comentado, en tal caso, según los síntomas y la zona de alcance de la infección, el médico decidirá cual es el mejor tratamiento, empezando siempre por los antifúngicos orales.

Por suerte se trata de una afección de carácter leve que suele desaparecer sin más, aunque su aspecto puede resultar un tanto inquietante. Independientemente de que no sea grave, siempre es conveniente acudir al médico o dentista en caso de observar este tipo de lesiones.

 

 

 

 

 

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