“Albacete, que no es poco”, este es el título de la película que José Luis Cuerda rodó en dos pueblos de la provincia de Albacete (Ayna y Liétor) en 1989.
¿Aún no conoces la provincia de Albacete? ¿A qué esperas? Descubre de nuestra mano los pueblos más bonitos y la mejor gastronomía de la zona. Y es que, no solo es famosa por sus cuchillos…, con este artículo se te va a caer la venda de los ojos porque ofrece una increíble oferta de patrimonio tanto cultural como natural. ¿Estás preparado? ¡Comenzamos el viaje rumbo al Albacete más rural! Abróchate el cinturón porque el viaje es largo.
Desde Alcalá del Júcar pasando por el cinematográfico Ayna, hasta el impresionante Castillo de Almansa, en esta ruta conocerás las comarcas más atractivas de esta provincia.
Ruta por los pueblos más bonitos de Albacete
El Cortijo El Sapillo, casa rural en Nerpio, Albacete, que cuenta con 300 hectáreas de coto de caza, y ofrece actividades como la pesca y espeleología, nos ha preparado una ruta para conocer los pueblos más bonitos de esta provincia. Es la siguiente…
Alcalá del Júcar y la Cueva del diablo
Una auténtica imagen de postal, ¡quizás el pueblo más bonito de la zona! y con seguridad el más visitado. Pero la cantidad de visitantes que se acercan a Alcalá de Júcar no le resta ni un ápice de su belleza y encanto. Sin duda, es único y, ¿sabías que pertenece a la Asociación de Pueblos más Bonitos de España?
Este espectacular pueblo está encaramado en una colina y situado a orillas de un meandro del río Júcar. Destaca como conjunto arquitectónico con casas blancas diseminadas por toda la ladera, y está coronado magistralmente por un castillo de origen árabe del siglo XII, XIII, lo podrás ver desde cualquier punto de esta localidad. Debes recorrer todas sus pintorescas callejuelas y adentrarte hasta las entrañas de su casco antiguo cruzando el Puente Romano.
En verano podrás darte un baño en una pequeña playa fluvial que se forma en el centro del pueblo. No se puede pedir más, ¿verdad? ¡pues sí! aún te queda la visita a la Cueva del Diablo. ¿Te imaginas un bar restaurante dentro de una cueva? Y es que, Alcalá de Júcar es bonito tanto por fuera como por dentro. La colina de este pueblo está agujereada y el material rocoso ha permitido excavar viviendas y túneles a lo largo de su historia. Existen muchas cuevas, la más famosa es la Cueva del Diablo, habitada como bar restaurante y se caracteriza porque atraviesa la colina por completo.
También puedes dormir dentro de una cueva porque hay casas rurales construidas en el interior de la colina. ¿Te apuntas a esta experiencia en las entrañas de este pueblo de Albacete?
Respecto a la gastronomía, te recomendamos varios productos que no pueden faltar en tu lista. Compra miel de romero y el aguardiente que se fabrica en el pueblo de Casas del Cerro, cerca de Alcalá del Júcar, de una alta graduación. Otros productos importantes de su gastronomía son el aceite de oliva y el vino. Como especia destacamos el azafrán.
Los platos que no te pueden faltar son un buen gazpacho manchego y las atascaburras, se cuenta que lo inventaron dos pastores atrapados en una tormenta con unas raspas de bacalao y unas patatas. Este plato de bacalao y patatas se sirve acompañado de huevo cocido y nueces. Otro plato típico es el moje, que tiene como base el tomate de conserva.
Como postre prueba los nuégados que son los precursores árabes del turrón.
Alcaraz y la Torre del Tardón
La estampa de este pequeño pueblo es única y muy particular porque hay dos torres tan largas que compiten entre ellas por llegar hasta rozar el cielo. Son dos torres de estilo renacentista que pertenecen una a la iglesia de la Santísima Trinidad y Santa María, y la otra es la Torre del Tardón, también conocida como torre del reloj, y es de estilo gótico-renacentista. Está construida con un primer cuerpo gótico y el resto renacentista, destaca porque en su cumbre hay una crestería. Una crestería en arquitectura es una línea continua de ornamentos que coronan una fachada, tejado, sillería de coro o altar.
Este pueblo recibe su nombre por la maravillosa Sierra de Alcaráz, y en él podrás contemplar casonas blasonadas y arcos espectaculares.
La guinda del pastel del conjunto arquitectónico histórico lo pone el Ayuntamiento, la Lonja del Corregidor y la Regatería, también de estilo renacentista. Junto al edificio del ayuntamiento puedes ver la Puerta de Alhorí, se trata de una puerta plateresca con un arco de medio punto y dos columnas adornadas con diferentes detalles. Es una obra de Vandelvira.
¿Estás cansado? porque el recorrido por esta localidad continúa, aún tienes que ver los restos de una antigua atalaya defensiva, y a las afueras puedes visitar los restos de un antiguo acueducto medieval.
También puedes visitar El Santuario de Cortes, a 6 kilómetros de Alcaraz, centro religioso por excelencia de esta comarca que se caracteriza porque su trazado es circular. Tiene un retablo barroco situado en el altar mayor.
En su gastronomía destacamos el vino, el queso de cabra y oveja, la carne de caza y el cordero. También todos los productos de la huerta y el aceite.
Yeste y el parque natural del río Mundo
Estamos emplazados en plena sierra del Segura, en un valle profundo de cuajada vegetación y atractivos naturales. En este bonito pueblo manchego, además del marco natural podrás disfrutar de un fabuloso casco medieval. Contemplarás un increíble castillo, se trata de una fortificación de origen andalusí que destaca porque su altura es muy superior al resto de construcciones, por lo que se puede ver desde cualquier parte del pueblo. En su casco antiguo destacamos el Convento de San Francisco y la iglesia de la Asunción.
¿Te suena el reventón? o ¿el nacimiento del río Mundo? Es uno de los espacios naturales más bonitos de Castilla La Mancha, así que te recomendamos conocerlo con calma, ¡tómate tu tiempo! Yeste está integrado en el Parque Natural del río Mundo y de la Sima.
Como platos gastronómicos debes probar el potaje bochero, que se elabora con huevos, jamón y pimientos secos. El gazpacho manchego y las migas de pan. También hay otro plato estrella, el guisao de trigo, que se elabora entre otros ingredientes con alubias blancas y trigo. O el ajopringue con tocino, hígado de cerdo y miga de pan remolida.
Ayna y la ruta de amanece que no es poco. Albacete cinematográfico
¿Sabías que a esta localidad manchega se la conoce como la Suiza manchega? Este pueblo ha ido creciendo entre paredes naturales altas y afiladas, dando como resultado construcciones en forma de escalera anexas al lecho del río.
Lo destacado de Ayna son los miradores en los que podrás contemplar y disfrutar de las mejores vistas de la zona. Por ejemplo, te recomendamos el mirador del Diablo o el Mirador de los Mayos. También debes perderte y pasear por el Rincón de la Toba, un rincón natural digno de ser contemplado.
“Amanece que no es poco”, ¿eres cinéfilo? ¿Te gusta el cine español? Pues en este particular viaje por los pueblos más bonitos de Albacete, puedes hacer una ruta de cine con parada en Ayna, donde se rodó esta película española, del cineasta José Luis Cuerda. Debes visitar el mirador de la Rodea Grande que se encuentra en la carretera principal, y donde hay un sidecar en homenaje a esta película y al director de cine. Además se ha convertido en todo un emblema de esta localidad manchega. Aún estamos en la sierra del Segura, concretamente en una garganta profunda por la que cruza el río Mundo.
Ayna tiene una gastronomía basada sobre todo en los productos de la huerta. Pero también podrás disfrutar de un buen cordero a la brasa, con unas patatas al montón, migas, atascaburras y un largo etcétera. No dejes de probar el pan que se cuece en horno de leña de forma artesanal.
Chinchilla de Montearagón y el barrio de las Cuevas del Agujero
A Chinchilla de Montearagón se le conoce como el casco antiguo de Albacete, por su cercanía con la capital, está a tan solo 15 minutos en coche. Esta imponente villa medieval, que fue la antigua capital de provincia, se caracteriza por ser una tierra de fortalezas y castillos. Uno de los más bonitos e importantes es el Castillo de Chinchilla, que encaramado en el cerro de San Blas domina gran parte de la llanura manchega. Desde este castillo se puede divisar la ciudad de Albacete.
Debes visitar la Plaza Mayor que destaca por una arquitectura con grandes casonas, iglesias, patios y estrechas callejuelas que te harán dar un recorrido histórico por un pueblo de gran belleza. También hay cuevas en el conocido barrio de las Cuevas del Agujero. Aquí disfrutaras de las casas al pie de la muralla medieval, no son construcciones al uso, sino que son pequeñas casas con chimeneas de color blanco que se han excavado en la propia roca, y son dignas de ver.
Su gastronomía está basada en la cocina tradicional castellana con platos baratos, pero muy contundentes. Están elaborados con productos locales de gran calidad. Destacan: atascaburras, ajo matero, ajoaceite, arroz caldoso con pollo o conejo, migas manchegas, olla del pastor o las ricas gachas chinchillanas.
Almansa y el Palacio de los condes de Cirat. Albacete histórico
En Almansa descubrirás un casco antiguo que se caracteriza por tener un claro y marcado pasado árabe, ¿Sabes que fue declarado como Conjunto Histórico Artístico? Destaca por sus casas solariegas y estrechas callejuelas; por sus palacios, como el de los Condes de Cirat. También podrás visitar edificios religiosos como la iglesia parroquial de la Asunción. Calcula que en visitar esta bonita localidad puedes tardar el día entero.
Fue escenario de la Batalla de Almansa en el siglo XVIII, episodio histórico de la guerra de sucesión monárquica, y que supuso el comienzo de la dinastía de los Borbones. El 25 de abril de cada año se celebra una recreación histórica de este acontecimiento.
El carácter gastronómico de Almansa es único, te proponemos platos como el relleno, a base de carne picada de magro y huevo entre otros ingredientes. La gachamiga que se elabora con costilla de cerdo, panceta y harina principalmente. También debes probar los ricos gazpachos manchegos que se hacen en Almansa.
Nerpio, el pueblo de Albacete que lo tiene todo
Cuando decimos que es el pueblo albaceteño que lo tiene todo queremos decir que te encontrarás una desbordante naturaleza, ríos, bosques centenarios y desfiladeros increíbles, también tiene un patrimonio histórico de valor incalculable, y unas rutas de senderismo inmejorables. Bajo el cielo de Nerpio, ¡por supuesto! porque en él podrás observar de forma única las estrellas.
Este es uno de los pueblos más alejados de Albacete, casi en el límite con el territorio murciano andaluz. Calcula que hasta este bonito rincón natural tardarás más de dos horas desde la capital.
Se trata de un pequeño y bonito pueblo rodeado de un paisaje que lo convierte en un espacio natural único. Merece la pena recorrer hasta el último rincón de Nerpio, y aquí tenemos que hablarte de historia milenaria, porque podrás contemplar el imponente centro de arte rupestre que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.
¿Sabías que los restos hallados en Nerpio suponen el 70% del arte rupestre de toda la comunidad manchega? Hay que poner en valor un conjunto de pinturas rupestres prehistóricas en el yacimiento de Torcal de las Bojadillas, donde las figuras humanas aparecen solas o por parejas sin apenas escenas grupales de caza. Y el de las Solanas de las Covachas, donde un grupo de figuras muestra una danza en la que un personaje masculino preside un grupo de mujeres con faldas largas.
Respecto a la gastronomía en Nerpio te proponemos unos platos ricos y contundentes. Toma papel y bolígrafo porque la lista es larga. ¿Qué te parece empezar con unas migas y ajo con patatas? puedes seguir con el ajo pringue, lomo de orza y las atascaburras típicas de la gastronomía serrana. También puedes probar un gazpacho andaluz y guisos de carne. Como postres, todo tipo de dulces en cuya receta no puede faltar la nuez como protagonista.
¿Qué te ha parecido esta ruta rural y gastronómica bajo el cielo de Albacete? Hemos paseado por los pueblos más bonitos de esta provincia manchega entre ruinas medievales, parajes naturales insuperables, castillos, y hemos visto todo tipo de pinturas rupestres. Ahora toca parada obligatoria para descansar…, o ¿Prefieres repetir el camino andado? ¡Seguro que sí!